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The Favourite

Engreída, celosa y berrinchuda. Así es como Yorgos Lanthimos retrata a la reina Ana de Gran Bretaña (Olivia Colman) en . Si no le hacen mimos, ella grita. Si se deprime, rompe en llanto y manda a volar a todos los que están cerca. En pleno siglo XVIII, ella es la reina y nadie puede contradecirla.

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Lo que la monarca desea, más que todo en el mundo, es que su querida amiga Sarah (Rachel Weisz) esté con ella todo el día. No importan los asuntos de Estado ni el enfrentamiento contra los franceses, su deseo es tenerla cerca. Sarah, más fría y calculadora, es consciente de que de ella depende el futuro del reino, así que pasa todo el día revisando las arcas y tratando de financi ar la guerra. En secreto, ambas pasan las noches juntas. Se aman y en ello reside el poder de Sarah, quien es la que realmente gobierna Inglaterra.

La llegada de Abigail (Emma Stone) cambia todo el panorama. Su inocencia y belleza ocultan sus deseos de ascender socialmente y tener poder. Poco a poco, se meterá entre los ojos de la monarca, la seducirá y se volverá su favorita. A partir de allí se desatará una lucha de poder entre Abigail y Sarah para poseer el cariño de la reina.

Con , Lanthimos no tiene intención de ceñirse a la historia real. Él, según ha declarado, quería mostrar las dinámicas de poder y, sobre todo, mostrar a tres mujeres dirigiendo uno de los reinos más importantes del mundo, algo poco visto en la historia occidental.

En una entrevista al portal El Español, el director declaró: "Quería contar sus historias, cómo consiguieron tanto poder y cómo, dependiendo de cómo se sentían, afectaron a tantas personas".

AQUELLAS QUE GOBIERNAN
Por muchos siglos, en Inglaterra y otras partes del mundo el poder solo podía estar en manos de hombres. Estos debían mostrarse como líderes y guerreros que, si era necesario, tomarían las armas para defender su reino a toda costa. Por eso era tan importante que el monarca tuviera sucesores varones.

El problema con esta forma medieval de ver el mundo es que no contemplaba los casos en los que esta sucesión no ocurría. Solo entonces y luego de conspiraciones en las altas esferas, una mujer debía asumir la corona. Pero incluso en esos casos, el poder le era cosa ajena: cuando las primeras llegaron al trono inglés se les denominó rey reina.

Una de las que más se recuerda es Margarita de Anjou (1430-1482). Madre de Enrique, quien debía asumir la corona, debió ocuparse de las tareas del futuro monarca debido a que este era muy pequeño. Por ese atrevimiento, fue catalogada de loba ('she wolf'). Así consta en "Enrique VI" de William Shakespeare (donde se la describe como "loba de Francia") y en un escrito del dramaturgo Christopher Marlowe ("reina antinatural").

Tuvieron que pasar muchos años para que esta idea empezara a cambiar. Para lograrlo fue importante el papel que jugó Isabel I (1533-1603), quien renegó de los deseos del pueblo de verla casada y sacó crédito de su virginidad y soltería al asociarla con una vida dedicada exclusivamente a los intereses de Inglaterra.

A inicios del siglo XVIII, el panorama era distinto y el pueblo inglés ya aceptaba a una mujer como monarca. Es entonces que Ana Estuardo apareció en el mapa. Hija de Jacobo II y de Ana Hyde, ella llegó al trono en 1702. La mayoría de historiadores la pintan como una ebria de inteligencia limitada (la apodaban 'Brandy Nan' por su afición a dicho trago), pero esto podría haber tenido que ver con sus dolencias. Desde pequeña, sufrió de varias enfermedades y, ya como monarca, padeció de gota y posiblemente también de lupus. A ello habría que sumarle los traumas de haber perdido a 17 hijos y a su esposo Jorge de Dinamarca.

Se ha dicho también, para desacreditarla, que la reina Ana era lesbiana. Específicamente, se habla de una relación con Sarah Churchill, duquesa de Marlborough, a partir de los intensos mensajes que se escribían por carta. Al respecto, la especialista Anne Somerset, autora del libro "Queen Anne: The Politics of Passion", pone en duda la versión argumentando que bastaría con ver misivas de otras mujeres de la época para entender que ese era el código usado entre ellas.

Otro personaje del que se suele hablar es de Abigail Masham, prima de Sarah, a quien también se le vincula sentimentalmente con la reina. Su llegada a las altas esferas de la corte coincide con la caída en desgracia de Churchill. Mientras algunos prefieren hablar de celos y luchas de poder, Somerset demuestra en su publicación que la monarca se cansó de la insolencia de su amiga de años y prefirió a la joven y obediente Abigail.

Según Somerset, la reina Ana fue una buena gobernante. En una época en que la rivalidad entre los 'whig' y los 'tories' (miembros de los partidos liberal y conservador, respectivamente) parecía llegar a extremos, ella supo mantenerlos bajo control al escucharlos, tratando de ser justa. Fue su tino con las negociaciones que le hizo sacar adelante el Acta de Establecimiento de 1701, que buscaba asegurar que todos los reyes fueran protestantes y que terminó por unir legalmente a Escocia con el imperio. Desde entonces, ella se convirtió en reina de Gran Bretaña.

CRONOLOGÍA
-Ana Estuardo nació en Londres en 1665. Fue una de las dos hijas que sobrevivieron al matrimonio de Jacobo II de Inglaterra y Ana Hyde.

-En 1683 se casó con Jorge de Dinamarca. El matrimonio no dejó herederos.

-En abril de 1702 fue coronada como reina de Inglaterra. Cinco años después, ella logra unir Escocia a su imperio y así da vida a la Gran Bretaña.

-La reina falleció en el palacio de Kensington en 1714. Tenía 49 años.

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