"Rehenes": recuerdos de una experiencia traumática

Casi todas las noches durante cuatro meses, la familia del periodista Carlos Lemos conversó del mismo tema. Era 1996 y él trabajaba en el diario uruguayo “El País” como jefe de cobertura del secuestro de la residencia del embajador de Japón en el Perú perpetrado por 14 terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA). Parecía no haber noticia más importante.

“Él llegaba a la casa con informaciones frescas, inéditas y exclusivas de lo que sucedía, de cuándo el ejército iba a intervenir la embajada para rescatar a los secuestrados. Eran charlas divertidas, mágicas, en las que generábamos una comunión familiar que nos permitía seguir de cerca un hecho que estaba a miles de kilómetros de distancia”, recuerda Federico, su hijo, quien por entonces bordeaba los 20 años.
Esa cercanía con el miedo y la adrenalina en una cobertura extrema creó una conexión entre Federico y ese sombrío acontecimiento que marcó la historia peruana. Y recién hace tres años, Lemos pudo iniciar un proyecto sobre este hecho que ahora ve la luz: él es el director de “Rehenes”, documental que se acaba de estrenar en la cartelera local.

—Otros prisioneros—
En los 90 minutos que dura “Rehenes”, Lemos, además de mostrar los testimonios de los secuestrados, sus familiares y de los comandos, recoge las declaraciones de las personas más cercanas a los terroristas que cometieron este suceso atroz y sanguinario, tales como María Fernández y Edison Rojas, madre y hermano de Rolly Rojas, ‘El Árabe’.

Lemos explica: “Luego de haber estudiado y leído sobre el tema y el contexto sociopolítico del Perú, pienso que todos eran rehenes de la situación. En ese sentido, era importante obtener los testimonios de gente que nunca había tenido la posibilidad de hablar de este tema públicamente”.

Los cerca de tres años que le tomó a Lemos terminar “Rehenes” lo han llevado a concluir que el hecho de que la herida de casos como este siga abierta es una cuestión política. Él reflexiona: “‘Divide y reinarás’, porque la división es redituable para los gobiernos de turno. Me parece que perdonar y tratar de sanar son tareas pendientes para este país y este documental lo muestra por todas partes, porque busca que las personas puedan entender o ver la otra parte de la historia y, luego, reflexionar. Eso, sumado a entender el pasado, ayuda a construir un mejor futuro”.