En el 2013, Baltazar ‘Bacha’ Caravedo y Daniel ‘Chinón’ Higashionna le propusieron a Mariana de Althaus llevar su obra de teatro “El sistema solar” al cine. Haber visto el montaje sobre los conflictos de una singular familia –los Del Solar, quienes creen que una tortuga y un perro son capaces de hablar– tantas veces, hizo que sus ganas de adaptarla crecieran, aunque tuvieron que esperar hasta el verano del 2015 para encontrar el tiempo y empezar a desarrollar el guion.
Cuando Mariana aceptó, ¿hubo algo que les pidió que no hicieran o que no dejaran de hacer?
Chinón: [Risas].
Bacha: No, fue bien generosa, casi como diciéndonos: “Les estoy dando a mi hijo, confío en ustedes”. Le entregamos un primer borrador y tuvo varias observaciones y sugerencias. Mariana nos contó que no sabía cómo hacer para que el espectador sintiera que las mascotas de los Del Solar hablaban y que el cine podía darlo a entender mejor que el teatro. Ella quería que no sea solo una referencia verbal.
¿Qué opinó Mariana sobre la última versión del guion
Bacha: No lo leyó. Nos dijo: “Yo no quiero saber nada. Hagan la película”. Igual, nosotros le íbamos contando y explicándole cada modificación y ella nos hacía preguntas.
¿Por qué creen que no quiso leerlo
Bacha: A ella le costaban los cambios porque no era el lenguaje al que está acostumbrada. Hay cosas que van muy bien con el teatro pero no con el cine, y por eso tuvimos que agregar escenas nuevas. Por ejemplo, las del jardín no existían, pero eran necesarias para que la película no sea tormentosa todo el tiempo y porque queríamos darles más peso a otros personajes.
¿Ella ya vio la película? ¿Qué comentarios les dio?
Bacha: Sí, organizamos un pase para Mariana. Cuando se prendieron las luces, ella estaba llorando y nos dijo que estaba contenta, que le había gustado.
¿Qué riesgos tomaron al hacer esta película?
Chinón: Todos los posibles. Aunque el plan de rodaje estaba pensado para 16 días, grabamos en menos porque la apretada agenda de Adriana [Ugarte, la actriz española] solo le permitía estar 11 días en Lima. Fue bien intenso, pero en ningún momento dijimos no. Hemos ido avanzando contra todo y sin miedo.
Dicen que trabajar con niños también es un gran riesgo...
Bacha: Sebastián [Zamudio] tenía 9 años y ninguna experiencia, pero creíamos en él y tratamos que no actuara, sino que fuera él mismo. Y sí, fue un gran riesgo porque se podía frustrar y a esa edad uno se puede levantar con el pie izquierdo y no querer hacer nada, y no teníamos más días de rodaje.
En la obra de teatro y en la película, la tortuga y el perro tienen una presencia relevante. ¿Creen que en esta ficción ellos tienen la capacidad de hablar?
Bacha: Para esa familia sí, no sé si para el resto. Cada familia tiene sus locuras y mundos y en el de los Del Solar, los animales hablan.
Chinón: Así como en otras familias hay fantasmas de abuelos que se aparecen.
Bacha: De hecho, en mi familia se decía que había una tía difunta que se aparecía y para nosotros era verdad.