(Foto: Netflix)
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/ Niko Tavernise
Juan Luis  Del Campo

“Frank Sheeran no mataba ni a una mosca. Lo único que ‘asesinó’ fueron incontables jarras de vino”, afirma John Carlyle Berkery, un presunto gánster y líder de la mafia local que fue contemporáneo supuesto sicario que inspiró la última película de Martin Scorsese, “” (“El irlandés”).

Berkery hablaba con Bill Tonelli, un autor especializado en la historia que recopiló las numerosas inconsistencias y cuestionamientos del libro “I Heard You Paint Houses” (2004), libro basado en las entrevistas entre el mismo Frank Sheeran y su abogado Charles Brandt en el que el supuesto sicario de la mafia confiesa ser el autor de uno de los crímenes más misteriosos del Siglo XX, la desaparición del exlíder de la Hermandad internacional de camioneros (IBT), Jimmy Hoffa.

Sheeran sería uno más del montón si no fuera porque el libro llamó la atención del actor Robert De Niro y del director Martin Scorsese, quienes se unieron a Netflix para adaptar la historia al cine en una película titulada "The Irishman" ("El irlandés"). En la cinta De Niro interpreta a Sheeran, mientras que Al Pacino es Hoffa y Joe Pesci es el jefe de la mafia local Russell Bufalino.

En un extenso artículo publicado en Slate y titulado “” (“Las mentiras del irlandés”), Tonelli mantiene que Sheeran fue a lo mucho un matón de poca monta cuyo mayor acto de violencia como civil fue golepear a alguien con una llave de cruz en 1964 (cuando tenía 43 años). Si bien fue acusado de planear la muerte de sus rivales en la Hermandad internacional de camioneros, esta fue con la supuesta contratación de los sicarios y no por sus propias manos. Finalmente, si bien Frank Sheeran pasó tiempo en prisión, esto fue por extorsión laboral y no por los supuestos múltiples homicidios que habría cometido según el libro.

¿Sicario de la mafia?

(Foto: Netflix)
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Una de las afirmaciones del libro y de la película es que Sheeran fue por décadas un sicario de la mafia y cometió múltiples asesinatos a órdenes de Bufalino y, después, Hoffa. Según Brandt, Sheeran habría confesado ser autor de 25 a 30 de asesinatos (lo cual queda representado en la película con una secuencia donde el mafioso se deshace de varias harmas homicidas). Sin embargo, no hay ninguna evidencia de estos asesinatos y en sus confesiones la memoria le falla para recordar las fechas y nombres de los hombres asesinados.

Lo que es más importante, ni el FBI ni la policía y ni testigos detuvieron a Sheeran por asesinato, a pesar de ser un irlandés de casi dos metros de alto.

“Frank Sheeran era un criminal a tiempo completo”; asegura John Tamm, un exagente del FBI quien investigó y arrestó a Sheeran en una ocasión. “Pero no sé de nadie que él personalmente matara”.

¿El asesino de Jimmy Hoffa?

(Foto: Netflix)
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Central a la narrativa de tanto la película como el libro es la estrecha relación de confianza entre Sheeran y el lider sindicalista Hoffa, con una de las escenas más dramáticas de "The Irishman" siendo cuando 'el irlandés' es ordenado por la mafia el eliminar a su amigo de dos balazos a la cabeza en una casa abandonada a la que lo había llevado por engaños.

Sin embargo, Sheeran estaba lejos de la lista de los principales sospechosos de la desaparición de Hoffa el 30 de julio de 1975. Quien sí estaba a la cabeza era Anthony Provenzano, un mafioso y miembro del IBT quien albergaba una gran enemistad por Hoffa.

Hoffa había asumido la presidencia del IBT en 1957, un poderoso sindicato conformado por los conductores de camiones que controlaba el transporte de vienes por todo el país. Figura polémica en su época, Hoffa tuvo estrechos lazos con personajes relacionados con la mafia. Finalmente Hoffa fue condenado en 1964 por intentar sobornar a un jurado y en 1965 por fraude, entrando a la prisión en 1967.

En su ausencia el control del IBT recayó en Frank Fitzsimmons, una persona más receptiva a las presiones de la mafia. Es por eso que cuando Hoffa salió de prisión y expresó su deseo de retomar la presidencia del sindicato, esto fue contra los intereses del crimen organizado.

Hay diversas teorías sobre qué pasó el último día en que se vio a Jimmy Hoffa. Lo que se sabe es que él fue visto en el estacionamiento de un restaurante en Bloomfield, un suburbio de Detroit y su auto todavía estaba ahí cuando empezó la búsqueda policial.

Horas antes, Hoffa le había dicho a su mujer que salía a reunirse con con Provenzano para hacer las paces, un encuentro que tenía como intermediario un mafioso local de nombre Anthony Giacalone. Sin embargo, en el momento en el que supuestamente ocurriría la reunión tanto Giacalone como Provenzano estaban, por separado, en diferentes lugares públicos con muchos testigos, perfectos para establecer una coartada.

Según una de las teorías del FBI, cuando Hoffa fue recogido por personal de la mafia, este habría sido llevado no a donde estaba Provenzano, sino uno de sus tenientes de nombre Salvatore Briguglio, quien habría sido el verdadero asesino del líder sindicalista. Si Sheeran estuvo presente en este incidente varía dependiendo de la versión, pero no se descarta que él estuviera en el mismo carro ya que su amistad con la víctima podría haber evitado que él se diera cuenta que se trataba de una trampa.

El Hoffex memo, un documento que recopila toda la invetigación acerca de la desaparición de Jimmy Hoffa, solo resalta que se sabía que “Sheeran estaba en Detroit al momento de la desaparición y que era considerado un amigo cercano” del líder sindicalista.

Y si bien es hasta la fecha imposible saber con seguridad quién mató a Hoffa, hay que notar que hay más de una decena de personas que se han declarado los autores del crimen.

Tiroteo en Umberto’s Clam House

(Foto: Netflix)
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Otro de los asesinatos sin resolver que Frank Sheeran se atribuye es el del mafioso Joey Gallo en 1972, durante la celebración de su cumpleaños 43. En la película y el libro, el asesinato se debió a que Gallo fue descortés con su jefe, Russell Bufalino, en el club Copacabana de Nueva York.

Bufalino entonces ordena a Sheeran eliminar al gánster e, informado de su locación con horas de anticipación, ‘el irlandés’ entra al restaurante Umberto’s Clam House haciéndose pasar por un comensal más antes de balear al mafioso.

Sin embargo, lo público del caso y la abundancia de testigos señalan que el asesino de Gallo fue un hombre “de entre 40 años, 1,75 mts de altura y pelo oscuro”, muy diferente de Sheeran. El verdadero sicario ha sido señalado como Carmine Di Biase, un matón de la familia mafiosa Colombo a la que Gallo también pertenecía, siendo su muerte el detonante para una guerra civil en la misma.

Si bien nadie fue condenado por el asesinato de Gallo, un exmafioso convertido colaborador del FBI de nombre Joseph Yacovelli implicó a Di Biase y a otros tres hombres en el famoso asesinato. Del irlandés, ni un pie de página.


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