Jonathan Berg acompaña a su equipo, The Alliance, en las clasificatorias del torneo más importante de Dota 2.
Jonathan Berg acompaña a su equipo, The Alliance, en las clasificatorias del torneo más importante de Dota 2.

Dos habitaciones idénticas del BTH Hotel de San Borja de pronto parecen mundos completamente diferentes: en una, a oscuras, hay cinco jóvenes gritando en español; en la otra, iluminada, cinco coreanos hacen gala de su concentración en su propio e indescifrable idioma.

Son jugadores de Dota 2 y se encuentran en Lima para participar en The Final Match, el mayor torneo internacional de este juego de estrategia y realidad virtual, que se lleva a cabo en el coliseo Dibós.

—La vida en el juego—

De otra de las habitaciones sale el sueco Jonathan Berg, campeón mundial de Dota 2 y considerado uno de sus mejores exponentes. Cuenta que tenía 14 cuando comenzó a jugarlo, pero después de tres años se convirtió en más que un pasatiempo. Dejó sus estudios de Negocios Económicos para dedicarse a jugar de manera profesional. 

Hoy, Jonathan o ‘Loda’, el nombre que escogió para ser reconocido a nivel global, tiene 29 años, y ha ganado 30 torneos a lo largo de su carrera. Por uno de ellos llegó a ganar un millón de dólares.
“El juego es complejo y por eso se requiere de tiempo y mucha dedicación si uno quiere trabajar en esto”, dice Berg, que no solo lleva inscrito su alias ‘Loda’ en la gorra, sino también la insignia de The Alliance, su equipo europeo, sobre la camiseta. Por eso refrenda esa idea de colectividad: “No basta con jugar bien individualmente. Se debe trabajar en conjunto para mantener un nivel superior al de los demás”.

Son US$50 mil y el título de campeones los que están en disputa en este torneo que reúne a tres equipos peruanos, dos europeos, dos brasileños y uno coreano. Una batalla sin límite de tiempo que termina cuando uno de los equipos destruye al otro, pero que esconde un goce mayor: poder desconectarse del mundo para vivir un momento de felicidad.

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