Ana María Falconí y "Sobrevivir es un acto de invierno" [VIDEO]

¿Por qué su poemario está dividido en cuatro meses?

Estos cuatro meses simbolizan el paso del tiempo, del invierno. Empiezo en Junio y lo he tachado porque estoy a la expectativa de que pase cada mes para sobrevivir.

¿En qué se inspira para escribir sus poemas?

No sé si es inspiración pero sí un estado de querer expresarme, de querer decir algo. Así como probablemente un narrador escribe sus textos basados en una idea, yo escribo mis poemas basándome en la emoción que tiene una vivencia.

¿Hay alguna temática recurrente en sus poemas?

Para mí la naturaleza es la base de todo. El poeta chileno Vicente Huidobro decía que el universo es un lenguaje que necesita ser traducido, y eso lo hace el poeta. Yo parto de la naturaleza.

¿Cuánto ha madurado usted como poeta desde el primer poemario que publicó?

Mi primer poemario, “Sótanos pájaros”, fue muy lacónico, casi como de clave morse. Creo que en él me sentía como en un sótano, articulando mi cuerpo, mis palabras. Después vino “Desvelo blanco”, con el que me fui abriendo más. Y ahora “Sobrevivir es un acto de invierno” es más que todo exponerme, contar una historia.

La poeta Ana María Falconí leyendo sus poemas en "El Comercio".

¿Cuáles son sus grandes referentes en la poesía?

Siempre me gustaron los grandes poetas norteamericanos.  Emily Dickinson, Edgar Allan Poe. Los ingleses también. Elizabeth Barrett Browning, esposa del poeta Robert Browning.

¿Qué es para usted el amor?

Creo que para sentir el amor uno tiene que sentir también el desamor. Y de ahí parte la poesía. Algunos dicen que el amor es una enfermedad, y creo que esto te motiva muchas veces a escribir, así como la soledad y la incertidumbre.

Muchas personas escriben poesía pero no se atreven a publicar. ¿Cómo se animó usted?

Yo soy traductora y trabajé traduciendo poemas.  Me parece que traducir un poema es como crear otro. Comencé con mucho respeto al lector, lo que para mí es fundamental. Y me animé porque uno escribe para publicar. Tenía un baúl lleno de manuscritos y dije ¡es el momento de que me lean!