Mucho antes de que Charles Darwin fuera un científico calvo y de barba cana, fue un joven que le dio la vuelta a América a bordo del Beagle y vivió un triángulo amoroso en Chile con Carmen, una lugareña con un carácter indomable y una gran inteligencia, y el pintor alemán Johann Moritz Rugendas.
“En esta novela yo me propuse algo que no había hecho antes y era jugar con elementos reales, históricos, todos los personajes son históricos, existieron, Carmen incluida”, dijo a The Associated Press el autor chileno Carlos Franz quien retrata esta apasionada historia en la novela “Si te vieras con mis ojos”.
“Carmen debería ser considerada, y creo que con esta novela está empezando, como la gran escritora chilena del siglo XIX. El conjunto de sus cartas dan cuenta de una escritora notable”.
En la novela, Carmen se apellida Lisperguer, aunque su personaje está basado en Carmen Arriagada, la mujer de un militar chileno versada en varios idiomas, que llegó a escribir algunos artículos para diarios y sostuvo una relación epistolar por años con Rugendas.
“Hice el cambio de apellido sólo para subrayar que con ella me tomé la mayor libertad de todas, que ella se convierte en la narradora y al convertirse en la narradora desde el punto de vista de esta historia hay una interpretación muy libre de lo que esta mujer pudo haber sentido o no”, dijo Franz. “Esta Carmen es una posibilidad ficticia de la otra real. No es la misma. Quizás es la Carmen que la mujer real habría deseado ser y no pudo ser”.
La historia de amor pasional y adúltera abre una ventana diferente a un siglo que las nuevas generaciones conocen principalmente por los rígidos libros de texto.
“Creo que ése es un error y una vanidad nuestra y le ocurre a cada generación. Cada generación cree que es la primera en experimentar ciertas cosas”, dijo Franz. “Las pasiones no fueron inventadas por las últimas generaciones y al contrario cuando las pasiones se desarrollan en entornos muy represivos, como era en esa época, que era más represiva que la actual, tienden a buscar salidas, maneras de expresarse más creativas”.
Rugendas llega a Chile en junio de 1934 tras salir huyendo de México con la encomienda de Alexander von Humboldt para retratar todo lo que viera en la deslumbrante América con una precisión científica.
“Lo que yo me imagino, y es lo que hago que mi personaje viva, es que en el proceso de recorrer América Latina, de vivir acá, Rugendas empieza a liberarse y a liberar su arte, y desea dejar de ser un pintor notario de la realidad”, dijo el autor. “Para expresar en cambio su sensibilidad de pintor, porque era un pintor extraordinariamente sensible”.
Darwin llega un mes después
“Darwin era un joven bastante vital, como para haberse enfrascado en un viaje de cinco años alrededor del mundo, como para haberse embarcado en ese viaje siendo básicamente miedoso, es muy probable que Darwin sufriera de crisis de pánico”, apuntó Franz, quien también señaló que fue a bordo del barco cuando su enamorada de Inglaterra le rompió el corazón.
“Es un hombre que ya ha experimentado cosas, que ya ha experimentado decepciones, que se ha abierto intelectualmente igual que Rugendas a cosas muy nuevas, que rompen sus esquemas, que rompen sus ideas teológicas, y está preparado, diría yo, para una gran aventura como va a ser enamorarse de Carmen”.
El Chile al que llegan se repone tras la guerra de Independencia y ha sido reabierto para el comercio, por lo que atrae a muchos extranjeros.
“Las sociedades latinoamericanas son sociedades donde se ha creado un vacío de poder y ese es un vacío de poder político, desde luego, hay anarquía, hay confusión, hay guerras civiles, pero también es un vacío de poder intelectual y sexual y erótico. El desorden alcanza todas las dimensiones de la vida social, me parece un periodo riquísimo para escenificar aventuras como esta”, dijo Franz.
La novela editada por Alfaguara fue ganadora del premio de la segunda Bienal de Novela Vargas Llosa en 2016.
“Llama mucho la atención, atrae la atención del público yo creo que eso es bueno en un momento en el que en general en nuestros países la literatura tiene escaza importancia social”, dijo sobre el premio el también autor de “Santiago Cero”, “El desierto” y “Almuerzo de vampiros”. “Tenía una lista de títulos que no me dejaban conforme y el último que se me ocurrió fue el que tiene la novela”.
Su hija buscó en Google y encontró una frase de Frida Kahlo muy similar a su título, la cual incluye Carlos Franz como epígrafe: “Si yo pudiera darte una cosa en la vida, me gustaría darte la capacidad de verte a ti mismo a través de mis ojos”.
“Tengo mis dudas, yo espero que aquí en México a lo mejor me digan si la frase es auténticamente de ella o no. Revisé libros, hay algunos con citas de Frida Kahlo y no pude encontrarlo”.
¿Quizá sería mejor poner “atribuido a Frida Kahlo”?
“En la próxima (edición) le voy a poner eso”.
(Fuente: AP)