Gálvez reúne 13 relatos en “El amor viene en un estuche de 6 x 6”. Este es su primer libro publicado. (Gonzalo Oré del Carpio)
Gálvez reúne 13 relatos en “El amor viene en un estuche de 6 x 6”. Este es su primer libro publicado. (Gonzalo Oré del Carpio)
Juan Carlos Fangacio

Aunque estudió Derecho y profesionalmente ha ejercido sobre todo el periodismo económico, Viviana Gálvez conservó siempre una atracción especial por la escritura. "El amor viene en un estuche de 6 x 6" es su primer libro, compuesto por relatos que inciden en el vínculo estrecho –pero siempre tenso y poroso– entre el sexo y el amor. Todos narrados con humor, con poco miedo al ridículo, y sin dejar de lado los aspectos más serios y complicados de lo erótico.

—¿Por qué el libro es rosado? ¿Una ironía?
Hay quienes dicen que nunca debes dejarte llevar por la portada de un libro, pero para mí es todo lo contrario. La portada siempre ha parecido superimportante. Y elegí que sea rosada porque, pese a que la gente dice que tengo fuerza y no me voy con rodeos, sí considero que tengo un lado muy femenino, de niña. Quería tener ese contraste, que te acerques al libro pensando que es muy de chica, pero que lo abras y descubras que es diferente. Una especie de disrupción o de ruptura.

—¿Cómo surge la idea de agrupar los relatos y publicarlos?
Esto empezó el año pasado. En realidad yo siempre he escrito, desde el colegio. Muchas veces mis propias experiencias, como un diario. Pero siempre había querido escribir un libro, sobre todo una novela, así que no pensé que fueran a ser relatos breves. Lo que me gustó en este caso es que pude encontrarles una unidad. Los leía y me gustaban. Influyó mucho también la maestría de Género que estoy estudiando. Me ayudó a tener una mirada diferente de la que había tenido en 30 años de vida. Derribar paradigmas que tenía sobre el hombre, la mujer y el género en sí.

—¿De qué manera te abrió la mirada?
Por ejemplo, hay un texto sobre una chica que busca a un chico por Internet para tener sexo. Y ella dice claramente que las mujeres tenemos necesidades sexuales. Eso es algo que todavía no está tan extendido. Usualmente te dicen que es el hombre quien debe tener la iniciativa, que es el hombre el que está pensando en sexo todo el tiempo. Y que las mujeres, no. Pero luego te das cuenta de que sí tenemos necesidades sexuales, solo que nos han enseñado a que no te puedes expresar. Es igual a cuando te dicen que los hombres no lloran, cuando sí lo hacen. Entonces derribar esas creencias me dio mucha más libertad para crear a los personajes.

—Hay personajes que tienden más hacia el amor romántico, otros a la libertad plena. ¿Tú dónde te ubicas?
Bueno, supongo que sí existe gente que no cree en el amor, pero a mí me parece que, en el fondo, todos tenemos un poco de todos esos rasgos. Yo sí entiendo que una persona albergue al mismo tiempo la ilusión de tener una pareja de por vida y la de tener algo que no pase del momento.

—¿Qué te parece esta alza de las voces feministas, como nunca antes había pasado, y también el surgimiento de voces en contra?
La verdad es que yo recién me he involucrado de lleno en estos temas cuando empecé con la maestría. Sí es cierto que hay un rechazo por parte de quienes creen que las feministas son unas radicales, pero supongo que es proporcional a lo mucho que se está hablando del tema. El solo hecho de que yo pueda publicar un libro como este, en el que se reivindique el tema del cuerpo femenino, ya dice mucho. El hecho de que mis padres lo puedan leer, siendo ellos bastante conservadores, también muestra que hay un avance.

—Y es un libro que también trata sobre la hostilidad de la ciudad.
Sí, claro. Porque el tema del acoso es real. Siempre es difícil reconocer que has sido víctima de un hostigamiento, de un ataque. Yo no he tenido experiencias de acoso callejero, pero sí me he dado cuenta de que he sido víctima de acoso laboral, y no fui consciente de ello hasta que me puse a conversarlo para una investigación. Lo otro es la cultura de la violación, que señala que si bien no todas las mujeres son violadas, todas tienen miedo a serlo. Y esa sensación de inseguridad es muy grave.

—Hay una parte en que hablas de competencia desleal y un relato que se titula "Cuentas por cobrar". La economía no se va de ti. ¿Se le puede dar una lectura económica a las relaciones y a la sexualidad?
Bueno, un encuentro sexual puede ser entendido como una transacción, basta que las personas definan las condiciones y estén de acuerdo para que se pueda decir que hay un contrato. En el mercado hay un concepto muy útil que indica que entre más información tenga el consumidor, más inteligente se supone que es su decisión. Una vez un chico con el que salía me dijo que si las personas que salen supieran qué es lo que quiere la otra persona, no habría espacio para confusión o errores.

DATO
Título: "El amor viene en un estuche de 6 x 6".
Autora: Viviana Gálvez
Editorial: Colmena
Páginas: 68
Presentación: Centro de la Amistad Peruano China
Calle Los Mogaburos 285, Jesús María (frente al Campo de Marte).
Sábado 2 de junio, 6 p.m. Ingreso libre.

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