Julio Cortázar: los 100 años de un cronopio
Julio Cortázar: los 100 años de un cronopio
Redacción EC

Ese 26 de agosto de 1914, en Bruselas, Bélgica, dos argentinos abrazaron por primera vez a su pequeño hijo recién nacido. Le pusieron de nombre Julio. Se llamó Julio Florencio Cortázar Scott, o sencillamente . Fue un escritor que soñó con un mundo justo, lleno de lectores y seres humanos libres. Este martes 26 hubiese cumplido 100 años de vida, pero solo llegó a 70. Este es un recuento de su monacal vida entregada a un arte y oficio: la Literatura. 

Ese niño que dejó Bruselas -ocupada por los alemanes- para irse a Suiza en 1916, y esperar allí el fin de la primera gran guerra, apenas tenía cuatro años cuando caminó por las calles de Buenos Aires, Argentina, el país de sus padres y que él reconoció como suyo especialmente en su imaginario literario. Vivió en el barrio de Banfield, junto con su madre, su hermana Ofelia (un año menor que él), su abuela y una tía. Al igual que el peruano Mario Vargas Llosa, nunca más quiso saber de su padre, quien los abandonó. “Nunca hizo nada por nosotros”, dijo años más tarde.

Contenido sugerido

Contenido GEC