Paul Auster presentó su nuevo libro, "4 3 2 1" en Miami
Paul Auster presentó su nuevo libro, "4 3 2 1" en Miami
Redacción EC

Dieciocho días después de su 70 cumpleaños, al escritor estadounidense le cantaron el "Happy Birthday" en Miami como final de una velada intimista y a la vez mágica en la que el público tuvo la sensación de estar en la sala de la casa del autor.

Auster, el conocido narrador de historias contemporáneas de Estados Unidos (nació en Newark, Nueva Jersey, en 1947), presentó el martes por la noche su más reciente novela, titulada "4 3 2 1", en el escenario del Adrienne Arsht Center, de Miami.

El agasajo a uno de los escritores más leídos de estos tiempos fue preparado por la librería Books & Books, del sur de la Florida, para celebrar no solo el aniversario de Auster, sino también la vuelta al ruedo de un escritor que llevaba siete años sin publicar.

"4 3 2 1", con nada menos que 880 páginas, narra la vida de Archibald Isaac Ferguson, nacido en un hospital de Newark en 1947, el mismo año y lugar en que llegó a este mundo el autor. De ahí que algunos críticos se hayan aventurado a señalar que se trata de una novela con tintes autobiográficos.

El protagonista vivirá una suerte de desdoblamiento en cuatro personajes que comparten la misma fecha de alumbramiento y el mismo ADN.

La versión presentada este martes por la editorial estadounidense Henry Holt & Company se publicó en enero en inglés para el mercado norteamericano.

En Iberoamérica tendrán que esperar a septiembre para que la española Seix Barral la saque a circular en la lengua de Cervantes, uno de los autores, por cierto, predilectos del homenajeado.

Paul Auster leyó las primeras páginas de su novela que cubre la segunda mitad del siglo XX estadounidense. Estuvo casi media hora de pie sin apenas levantar la vista, con las manos entrelazadas a la espalda y tropezando con sus emociones.

Era el tercer acto, pero no el último de la noche. Los anfitriones de Books & Books le prepararon una puesta en escena en cuatro cuadros, donde las escenas iban cambiando -dígase el decorado, que fue muy sencillo- delante del público y sin apagar las luces.

Cuatro actos en igualdad de número con los cuatro momentos y personajes centrales que tiene su más reciente novela.

El primer cuadro lo ofreció Sophie Auster, hija del escritor, con un breve concierto en acústico de su álbum "Dogs and Men", a base de guitarra y teclados acompañantes.

Sophie es una cantautora intimista de 30 años que no sube muchos los tonos para que sus letras queden en primer plano, tal y como sucede con esa mirada de ojos grandes, iguales a los de su padre.

El telón de fondo era precisamente un montaje fotográfico de "Música, Magia y la Musa" -así se denominó el espectáculo- en el que resaltaban la mirada de Paul Auster y la de su hija, con esa manera crítica de enfrentar la cámara que tiene el autor de "Trilogía de Nueva York".

Su amigo, el ilusionista y mago David Blaine, vestido de negro al igual que la hija del escritor, presentó un número a juego con el tema de las miradas.

Una muchacha del público designada por Blaine extrajo, de entre mil piezas, la que completaría el ojo derecho de Auster, que estaba faltando en un puzzle que había detrás en el escenario.

Todo un golpe de efecto y de cariño hacia el autor que, según él mismo ha dicho, no lee nada de ficción si está escribiendo una novela.

España le otorgó el premio Príncipe de Asturias de las Letras en 2006. Se trata de un prolífico narrador traducido a más de 40 idiomas y cuyo 70 cumpleaños coincide con el trigésimo aniversario de la publicación de su primera novela, "Squeeze Play" (Jugada de presión).

En el cuarto acto apareció su mujer -madre de Sophie-, la también escritora y ensayista Siri Hustvedt, una rubia grácil de origen noruego.

Como aseguró Auster al The New York Times en una entrevista, Siri le ha escrito uno de sus libros de cabecera, el ensayo "A Woman Looking at Men Looking at Women" (Una mujer mirando a los hombres que miran a las mujeres).

De manera que el cuarto acto, poco antes del pastel de cumpleaños y del "Happy Birthday", no fue otra cosa que una entrevista en el tiempo, sentados los dos en cómodos butacones, mirándose a los ojos y micrófono en mano.

Paul Auster fue entrevistado teatralmente por quien mejor lo conoce, así que no era momento para pensar las respuestas.

Su musa, ayer lo supimos, es también la inspiradora de esa mirada fija que el reconocido escritor sostiene ante la cámara y que tanto lo define.

(Fuente: Efe)

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