Stephanie Bragagnini, la imagen de LIF Week Otoño- Invierno 2018.
Stephanie Bragagnini, la imagen de LIF Week Otoño- Invierno 2018.

Cuando la espigada modelo peruana Stephanie Bragagnini Loechle recuerda la primera vez que asistió a un cásting, una situación de lo más insólita asoma: la enviaron de vuelta a su casa. “Fui al hotel BTH, en San Borja, para una prueba de modelo. Llegué hasta la entrada y me recibió el encargado, que tenía un centímetro en sus manos. Mi altura no alcanzó la medida requerida y tuve que dar media vuelta”, revela la joven. Entonces tenía 16 años y medía 1,72 metros. Ella solo quería vivir la experiencia de caminar sobre una pasarela.

Pero la mala suerte no la acompañó. Tres días después de ser rechazada, se presentó en el atelier de la diseñadora peruana Alessandra Petersen, quien la envolvió en cuatro telas de tonos verdes y le confeccionó un vestido a su medida. Aquel 2015, la modista se convirtió en su puerta de ingreso a las pasarelas de la Semana de la Moda de Lima, aquella célebre donde la novel modelo soñaba debutar.

Ahora Stephanie –o Nia, como la llaman sus amigos– tiene 19 años, es el rostro del LIF Week Otoño-Invierno 2018 y acaba de firmar un contrato de tres años con EMG Models, la agencia estadounidense con sede en Nueva York que se enamoró de sus rasgos y actitud.

Stephanie Bragagnini. (Foto: Archivo personal de la modelo)
Stephanie Bragagnini. (Foto: Archivo personal de la modelo)

PRIMEROS PASOS
Ojos verdes y 1,75 metros de buen porte; cabello esponjado y dientes de conejo. Stephanie adora sus defectos. Apenas y puede mantener los ojos abiertos; lleva más de 24 horas sin dormir y sus ojeras dan fe de ello. Pero el cansancio no impide que esta joven maniquí, por cuyas venas corre sangre italiana y alemana, se anime a comentar sus inicios en el modelaje. Fue a los 12 años.

“Comencé bien chiquita. Estaba comprando una hamburguesa y se me acercó Yashmine Cahuas, la representante de la marca Cyzone. Me consultó si quería ser parte de una de sus campañas. Al principio dudé, y le di el número de mi mamá. A los pocos días me contactaron y desde entonces trabajo para ellos”, confiesa la joven que nunca imaginó que algún día sería una modelo de verdad.

Así, sin buscarlo y casi por casualidad, Stephanie dio sus primeros pasos en la industria de la moda, mientras cursaba sus estudios secundarios en el colegio Santísimo Nombre de Jesús, en Surco.

A los 17 años, fue una de las 12 finalistas del concurso Elite Model Look Perú 2015. Y aunque no alcanzó el primer lugar, ganó mucha experiencia y su permanencia en todos los LIF Week posteriores. Al año siguiente, inició sus estudios en la Universidad Peruana de Ciencias Aplicadas (UPC), en la carrera de Comunicación y Márketing. Pronto su determinación, seguridad y buen porte le valieron para ser nominada a los Premios Luces 2016: los lectores de El Comercio, que cada año eligen a sus favoritos en diferentes categorías de campos como el cine, la literatura, la televisión, la gastronomía y la moda, votaron por ella y la hicieron ganadora.

Stephanie Bragagnini. (Foto: El Comercio)
Stephanie Bragagnini. (Foto: El Comercio)

Aunque nunca imaginó que este 2018 sería su año, Stephanie afirma que las metas que pudo plantearse como modelo en el Perú ya se cumplieron. Ha sido imagen de las campañas de diversas marcas de moda independiente, como Do It o Coco Jolie, y ha trabajado para los diseñadores Noe Bernacelli, Sitka Semsch, Yirko Sivirich, Ana María Guiulfo y Omar Valladolid, entre otros.

Ahora su objetivo apunta mucho más lejos: instalarse en las pasarelas de Nueva York. “En enero estuve dos semana allá. Me quedé en casa de una amiga y ella me ayudó a contactar agencias de modelos. Mandamos veinte correos y recibí tres respuestas”. Ahora ella espera ahorrar lo suficiente para viajar este año a Estados Unidos, donde desea posar para las campañas de Chanel o Dior.

Con los pies firmes y la mirada en el futuro, Stephanie no dejará de trabajar hasta convertirse en una modelo destacada, como su admirada Gigi Hadid. “Ahora las agencias no piden modelos raquíticas, les gustan las que son ‘fitness’”, dice tras reconocer que ama el deporte y la vida sana. Estas y otras cualidades ayudarán a que alcance sus sueños. “Aquí tengo un nombre, pero en EE.UU. nadie me conoce. Quiero llegar y dejar mi nombre en alto”, finaliza.

(*) CRÉDITOS DE IMAGEN ABRIDORA
FOTO: DAVID TORRES / VESTUARIO: EDWARD VENERO / DIRECCIÓN DE ARTE: FERNANDO TORREJÓN / MODELO: STEPHANIE BRAGAGNINI / MAQUILLAJE Y PEINADO: INGUE ZAPATA / RETOQUE: JAISON BALLESTEROS.

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