La cantante Aretha Franklin falleció a los 76 años. (Fotos: AFP)
La cantante Aretha Franklin falleció a los 76 años. (Fotos: AFP)
Redacción EC

regresó el jueves a la iglesia de su padre por última vez, yaciendo resplandeciente en un ataúd abierto, con un vestido rosa y tacos con lentejuelas, antes de un concierto tributo en la víspera de su funeral.

Miles de fanáticos se han acercado este jueves a la Iglesia Bautista New Bethel en Detroit, para despedir al ícono de la música estadounidense y "Reina del Soul", y otros tantos lo han hecho durante dos días previos en el museo de Historia Afroamericana Charles H. Wright.

La cantante de 76 años, amada por miles de personas alrededor del mundo, murió de cáncer el 16 de agosto, cerrando el telón a una extraordinaria carrera de seis décadas que la convirtió en una de las artistas más célebres de Estados Unidos.

Debra Demmings, 63, manejó toda la noche desde Minnesota para llegar a la fila que se extendía afuera del templo a las 07H30 locales (11H30 GMT), cuatro horas antes del inicio de la última oportunidad para el público de dar el último adiós a Franklin.

"Estoy en una nube", dijo Demmings a AFP, comparando la atmósfera con la de la ceremonia de asunción de Barack Obama, a la que asistió. "Todo era puro amor. Todos estábamos juntos... Siento lo mismo hoy aquí".

En la pared exterior de la iglesia se leía la palabra "Reina" formada por globos dorados, y "Aretha", en color plata. La fila se extendía por más de un kilómetro, en un ambiente festivo en el que los fanáticos cantaban e intercambiaban historias.

El martes, el cuerpo de Franklin estaba enfundado en un vestido rojo con tacones haciendo juego; el miércoles estaba vestido de azul, y el jueves, de rosa, con tacones de Christian Louboutin con lentejuelas rosas.

"COMO UNA FIESTA"
Su Cadillac LaSalle de 1940 color marfil llegó a la iglesia junto a una caravana de vehículos blancos. Allí, un cortejo con guantes blancos y traje oscuro trasladó el ataúd dorado hacia el interior.

"Quería venir aquí con júbilo y alegría a celebrar a Aretha y su legado", dijo Dorlena Orange, de 68 años. "Somos como una fiesta. Es algo hermoso, maravilloso", agregó.

La Nueva Iglesia Bautista Bethel ocupó un lugar especial en el corazón de Franklin. Fue allí donde organizó cenas de Acción de Gracias y Navidad para los parroquianos y los necesitados, así como también fue el sitio donde grabó uno de sus álbumes.

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