Esteman empezó mostrando su lado histriónico y sarcástico pero a medida que fue pasando el tiempo, dejó verse más humano y sentimental a través de la música.
Esteman empezó mostrando su lado histriónico y sarcástico pero a medida que fue pasando el tiempo, dejó verse más humano y sentimental a través de la música.
Héctor Melgar

Esteman no es Esteban; es un personaje, es un alterego, es otra persona; sin embargo trata, en gran manera, de mostrar su lado humano. Todo inició como jugando en 2010, un viral en redes sociales llamado “” fue el punto de partida para que Esteban Mateus Williamson, colombiano de nacimiento, pueda hacerse de un nombre en el pop latinoamericano a través de su otro “yo”.

Desde Ciudad de México, lugar donde reside actualmente, y en cuarentena voluntaria por la pandemia del coronavirus, nos cuenta por qué dice ser un agente de cambio dentro de la industria musical, cuál es su último sencillo y cómo así llegó a hacer un dueto con el grupo peruano Kanaku y el Tigre hace algunos años.

En Colombia, donde el género urbano lidera el mercado musical con artistas como J Balvin, Maluma o Sebastián Yatra, ¿cómo se hace de un nombre con otro sonido?

Ha sido un proceso particular y muy chévere porque estuve en esa escena que ha mostrado otro lado de la música. Siento que hemos -y me refiero a mí y otros grupos- dejado en claro que la música en vivo es muy sólida y que tiene un público que crece mucho más.

¿Entonces podría afirmarse que el reguetón prioriza o utiliza instrumentos más electrónicos como los sintetizadores o ‘samplers’ en gran parte de sus melodías?

Sí, total. Fíjate que mi anterior disco (“Amor Libre”, 2019) es una producción más digital, pero igual tiene la presencia bastante fuerte de la banda en vivo. Siempre este formato se sustenta bien y tener una propuesta que tenga baile lo hace diferente, y es clave.

El cantante y compositor ya tiene cuatro producciones en sus 10 años de carrera: “Primer Acto” (2012), “Caótica Belleza” (2016) y “Amor Libre” (2019); con la penúltima llegó a ser nominado a dos Latin GRAMMY en el mismo año de su lanzamiento y relata que su estilo musical es vanguardista y posee letras sinceras. El tema del amor siempre se encuentra presente en la gran mayoría de sus materiales, pero, según él, lo manifiesta de manera diferente. (Foto: Universal Music)
El cantante y compositor ya tiene cuatro producciones en sus 10 años de carrera: “Primer Acto” (2012), “Caótica Belleza” (2016) y “Amor Libre” (2019); con la penúltima llegó a ser nominado a dos Latin GRAMMY en el mismo año de su lanzamiento y relata que su estilo musical es vanguardista y posee letras sinceras. El tema del amor siempre se encuentra presente en la gran mayoría de sus materiales, pero, según él, lo manifiesta de manera diferente. (Foto: Universal Music)

Mencionas que tratas de ser humano y honesto. ¿Esto va relacionado a la apertura con a que hablas de tu orientación sexual?

Digamos que no es un tema nuevo. Siempre estuvo ahí. En un inicio decidí no hablarlo tanto, pero creo que siempre es algo que estuvo supuesto en mí. Trataba de decir: voy a contar estas historias que son tan íntimas, mías de amor. No solamente es un disco con canciones, sino un ‘statement’ o un mensaje. Algo muy importante para la escena musical latinoamericana es precisamente de hablar o normalizar estos temas y visibilizarlos. Es algo que no todo el mundo se atreve. Parece todo muy controlado. Fue como dejar una declaración, ya que desde la experiencia de un hombre gay se puede hacer canciones que le lleguen a cualquier persona independientemente de su orientación sexual, contexto y creencias.

¿En algún momento esto d trajo problemas o cerró puertas?

Posiblemente en otra época. Hace varios años cuando empecé no fui visto de la misma manera y de pronto para la escena de la música convencional, eso no era algo válido. Soy la voz de muchísimas personas, es algo muy bonito ser un agente de cambio. Estás haciendo o estás marcando una parada aquí. De pronto, haces que muchas personas te sigan. Claro que he recibido comentarios duros pero que provienen del desconocimiento, por no decir ignorancia.

Es de conocimiento público que tienes una pareja, el actor mexicano Jorge Caballero, pero llama la atención que en gran parte de tus composiciones hablas del desamor o del despecho.

Mi última producción surge de muchas relaciones diferentes y que definitivamente no fueron exitosas. Creo que no voy a dejar de hacer historias que me inspiren o que me lleven a lugares que no propiamente están relacionados con lo que vivo actualmente, pero sí surgen de un sentimiento que yo he tenido. Es el ejemplo de esta canción “Hasta que tú me quieras”.

Finalmente, has visitado en tres ocasiones el Perú, incluso grabaste con el grupo Kanaku y El Tigre en 2016, una versión alternativa bastante emotiva de “Bicicleta”. ¿Qué recuerdas de ello?

Los conocí en una de las primeras veces que fui al Perú, ya que ambos nos movemos en una escena similar y así que nos conocimos. Luego ellos estuvieron de visita en Colombia y me propusieron hacer este dueto. Realmente fue súper bonito, me encanta la propuesta de ellos. Me parece maravillosa.

EL DATO

Esteman ha realizado colaboraciones con diversos artistas entre las que destacan: “Caótica belleza” con Natalia Lafourcade, “Adelante” con Carla Morrison, “Todos quieren ser un gato jazz” con Mon Laferte, “Eso que me das” con Juan Pablo Vega, “El Noa Noa” con Georgel, entre otros.






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