Sonia del Águila

Es inviable hablar de los máximos exponentes de la música andina sin hacer mención a Los Kjarkas y a su indiscutible éxito “Llorando se fue”. O hablar de la música boliviana y no referirse a la familia Hermosa y a la vocación que han cultivado con solemne maestría durante cinco décadas. Es imposible no aplaudirlos de pie ante tanta entrega y magia, que ellos llaman arte.