La fecha del concierto de Luis Fonsi en Lima se prestaba para que el tema de conversación en las filas de ingreso al Jockey Club fuera casi el mismo. “Hoy somos Fonsi. Mañana somos Perú”, resumía uno de los asistentes.
Tener a la selección nacional de fútbol de un país a punto de definir su chance al Mundial al día siguiente de una presentación es una ocasión inigualable para tener a un público con los ánimos a tope, y eso es algo que el puertorriqueño sabría aprovechar durante su show.
El reloj marcaba las 9: 34 p.m. cuando el apabullante grito de la fanaticada decretaba que era tiempo de comenzar: Luis Fonsi había entrado en escena con un mix de las canciones “Tanto para nada” y “Corazón en la maleta”. El Jockey Club estaba listo para la fiesta.
“¡Muy buenas noches, Perú! Amor y baile. De eso se trata esta noche; un sube y baja de emociones”, dijo Fonsi.
El cantante la tenía clara: el playlist intercalaría sus famosas 'cortavenas', las “viejitas” (como él mismo mencionó al presentarse) y sus hits más recientes (y movidos).
Sería a mitad del concierto que sonaría el tema que ha llevado a Fonsi a la cumbre de su carrera: “Des-pa-cito”. Grande fue la sorpresa entre parte de los asistentes. “Pensé que cerraría con esa canción”, comentó uno de los más familiarizados con las dinámicas de los conciertos, pero al poco tiempo ya se dejaba seducir por el ritmo, bailando y coreando el tema junto a las miles de personas reunidas en el recinto.
PUERTO RICO, PRESENTE
El concierto tuvo un momento de solemnidad. Luis Fonsi haría un llamado a la reflexión a todos los asistentes haciendo mención a la tragedias que afrontan actualmente Puerto Rico (tras el paso del huracán María) y México (por los dos devastadores terremotos).
“Mientras hoy celebramos y bailamos, hay gente que no tiene, agua, luz, comida por los fenómenos en mi isla, Puerto Rico. México ha sufrido un terremoto... Por toda esa gente, los latinos en general y en especial mi Puerto Rico les dedico esta canción”, dijo Fonsi, recordando las cruzadas solidarias con las que la gente puede brindar apoyo.
Luego convirtió su famosa balada “No me doy por vencido” en un himno de esperanza para los damnificados. Con el sentimiento que lo caracteriza al interpretar, esta vez la canción, un himno del romanticismo, despertaba otro tipo de emociones en los presentes.
¡ARRIBA, PERÚ!
Para el cierre del show, Luis Fonsi haría su aparición con una casaca y polo de Perú. “¿Me veo bien, no?, preguntó antes de invitar a una afortunada fan a acercarse a él para cantarle el ”Feliz cumpleaños“.
A pedido del público el puertorriqueño cantaría una vez más “Despacito”. Pero todavía faltaría un poco más para el adiós: Fonsi decide sorprender con una pequeña improvisación de la canción “De música ligera” de Soda Stereo. Y ahora sí, la satisfacción era plena.
Luis Fonsi demostró que es más que solo un hit. El éxito lo tiene bien ganado. Y por supuesto: nadie le quita lo bailado. Literalmente.