Mark Farner, ex vocalista de Grand Funk. (Foto: Difusión).
Mark Farner

Seducidos por una potente mezcla de funk, , country y heavy, 25 millones de personas en todo el mundo corrieron, más temprano o más tarde, a comprar sus discos a las tiendas desde aquel agosto de 1969 en que apareció el primero, On Time, con temas como Are You Ready o Heartbreaker. Poco tiempo tardaron en convertirse en una de las bandas que más gente convocaba en tierras norteamericanas, llenando estadios de distintas ciudades y convirtiendo sus conciertos en eventos de los que se hablaba hasta muchas semanas después de vividos, gracias a álbumes como Grand Funk (1969), Closer to Home (1970), Survival (1971) o E Pluribus Funk (1972). 

Aunque en el resto de los 70 siguieron disfrutando del éxito, con el paso del tiempo las disputas dentro del grupo aumentaron y la separación fue inminente. Tras algunos intentos más, Farner optó por elegir la vida cristiana y desarrollar una carrera solista interpretando música de ese estilo. Sin embargo hoy, Farner vive más cerca de su propia fe que de una iglesia, por lo que llega a Lima dispuesto a interpretar los mejores temas de sus años junto a Grand Funk.

—Puede decirse que Michigan es uno de los estados que más y mejores bandas han dado. Desde Bill Haley, pasando por Stevie Wonder, Iggy Pop, MC5 o Grand Funk. Usted nació en allí, Flint. ¿Qué insumos da Michigan para generar tan buena música?
Las muchas fábricas de automóviles que teníamos aquí atrajeron a las personas de todos los estados de la Unión, y el resultado es la fusión de los diversos sonidos culturales que las personas trajeron con ellos desde el sur, el este y el oeste. Se mezclaron bien con nosotros y la música habla por sí misma. Recuerdo aún haber oído a Bill Haley & His Comets cuando tenía 10 años y sabía que me gustaba esta música, cómo me hizo sentir en el interior y me sentí feliz.

—En un momento que parece difícil para que nuevos artistas de rock encuentren grandes públicos, aparece una banda como Greta Van Fleet, también de Michigan. Gustan a algunos, aunque otros los critican por parecerse demasiado a Led Zeppelin. ¿Qué le parecen?
​No he escuchado mucho, solo vi una parte de un video en YouTube. Pero puedo decir que están afinados y el cantante es entonado, que es mucho más de lo que se puede decir hoy en día de muchas bandas.

—Mr. Farner, con sus 50 años de experiencia en el rock, podría decirnos, ¿Cómo se define al "verdadero" rock, si es que eso existe aún? Hoy hay muchas fusiones, mucha influencia electrónica.
El rock verdadero no está asistido por un corrector de tono electrónico del cual muchos grupos hoy en día dependen para legitimar sus presentaciones. El verdadero rock se toca sin pistas de sonido, sin apretar botones y sin pistas de asistencia de rendimiento vocal. Se puede hacer buen rock en tanto esté hecho por músicos que tengan pasión por lo que hacen, y Dios les de talento.

—A mediados de los 70, poco antes de terminar la primera etapa de Grand Funk, llegaron a trabajar con Frank Zappa. ¿Qué recuerdos tiene de esos días?
​Frank quiso ir a Michigan y conocer a la banda luego de escuchar una gran cinta con las canciones que íbamos a grabar. El estudio Swamp estaba en mi región, una comunidad campesina rural, y fue como un choque cultural para Zappa, que venía de la gran metrópoli de Los Angeles. Él nunca había disparado un arma, y estaba en contra de la libre disponibilidad de estas para las personas. Cuando le pregunté si quería disparar una si yo lo instruía, me respondió que sí. Le pregunté qué clase de arma quería disparar, porque yo tenía muchas, y me preguntó si tenía un "Harry el Sucio" [risas]. Yo le contesté "¡Por supuesto que sí!". Después de descargar la Magnum 44, Frank quedó enganchado con el tiro al blanco y se convirtió en miembro vitalicio de la Asociación Nacional del Rifle.

—En los 90 hizo giras junto a Ringo Starr. ¿Qué es lo más divertido que puede recordar de esos viajes junto al Beatle?
​Cuando fuimos a Japón tuvimos una conferencia de prensa. Cuando entramos a la habitación, la banda se encontraba en una mesa larga con Ringo en medio, parecido a una imagen bíblica, como en "La última cena". Entonces, una joven reportera me pregunta "¿Qué se siente tocar con un Beatle?" Le respondí que Ringo se ponía los pantalones una pierna a la vez como yo lo hago [risas], y Ringo se acercó y se paró donde yo estaba y me rodeo con su brazo y me dijo "Gracias, hermano". Yo lo reconocí así, cuando la mayor parte del tiempo las personas no le dan esa oportunidad.

—¿Qué ocurre en su vida a inicios de los 80, en que opta por dejar la bohemia de la vida rockera y elegir el cristianismo?
​Yo había elegido el cristianismo a los 9 años de edad, cuando mi padre murió, y lo retomé en 1982. Aún me muevo alrededor de él, pero no soy religioso y descubrí que la religión era lo que estaba equivocado en el cristianismo.

—¿Por qué cree que, en general, Grand Funk tuvo éxito a pesar de las malas críticas de un sector de la llamada "prensa especializada"?
​En ese momento la gente era más poderosa que la prensa, y debido a que nuestra popularidad se basaba en verdaderos fans, la prensa no podía tocarnos.

—¿Por qué su ex compañero Don Brewer usa el nombre de la banda y usted hace giras como solista? ¿Hubo una disputa por el nombre? ¿Es posible resolverlo?
Don Brewer –baterista de Grand Funk- se acercó a mi habitación después de un concierto en 1998 y me dijo que todos necesitábamos definir nuestra propiedad individual de la marca comercial en la sociedad del grupo. Yo creí en él y pensé que buscaba el mejor interés para la banda. Don me dijo que iría a su habitación por los papeles. Después de esa fecha, del concierto y la fiesta luego del concierto, yo estaba realmente mal de la cabeza para firmar algo de tanta importancia. Debí haber confirmado con un abogado, pero confié en Don porque era mi amigo. Estos papeles, firmados por mí, le dieron a Don y a Mel la herramienta que necesitaban para retirarme oficialmente y les dio el derecho legal de usar el nombre Grand Funk Railroad y restringirme a mí de usarlo.

—¿Qué significa para usted estar, a pesar de todo, aún en pie de guerra para el rock, a los 70 años?
​Es un sentimiento de cumplimiento y emoción por el futuro de mi música para aquellos que aceptan el amor como su maestro y que no se entregan al mal negocio del odio en cualquiera de sus formas.

—50 años después de la formación de Grand Funk, ¿Qué es lo que recuerda con más cariño?
​Tocar mi música para los hombres y mujeres de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos.

—Sus trabajos en vivo destacaron desde el principio. ¿Qué puede esperar el público limeño, que lo ha esperado ansioso por tantos años, de su concierto?
Lima podrá experimentar el amor que mi música trae, tal como me conocen, porque yo soy quien mis canciones dicen que soy.

MÁS INFORMACIÓN
Fecha: martes 21 de mayo. Hora: 8.00 pm. Lugar: Centro de Convenciones Carrión. Dirección: Av. 28 de julio 776, Miraflores. Entradas: en Joinnus.

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