Esta vez nuevos artistas conquistaron el escenario. Las estrellas en la entrega de los premios Grammy de la música no fueron divas del pop o raperos multimillonarios del año pasado, sino artistas que presentan una música alternativa y que no superan los 30 años.

Los ganadores de la noche con cuatro premios fueron el grupo estadounidense The Black Keys. Además, tres de los gramófonos fueron para el cantante belga-australiano Gotye. También, Los británicos Mumford Sons ganaron el premio al mejor álbum por Babel. Por último, los rockeros Fun y el músico californiano de RB Frank Ocean alzaron dos trofeos cada uno.

La gala de los premios el domingo por la noche en Los Ángeles, no fue en esta ocasión una noche de grandes nombres, sino una celebración de la música nueva y alternativa.

ADMIRACIÓN Y DUDAS Las estrellas consideradas veteranas se fueron sin nada, pero lo tomaron con tranquilidad. La mejor gala de los Grammy de todos los tiempos, dijo Justin Timberlake, quien tras varios años en el cine regresó a la música con fuerza. Y el cantante Prince se declaró un fan absoluto de Gotye y su hit Somebody That I Used To Know: Me encanta esa canción, dijo.

Que tantos artistas jóvenes ganen en las principales categorías es muy poco frecuente, dijo al diario New York Times Bill Freimuth, segundo del ente organizador, la Recording Academy. Me parece un año de transición, un año en el que se pasa el testigo, agregó.

Los medios estadounidenses se mostraron divididos por las decisiones de los representantes de la industria musical y de los músicos. El diario New York Times sentenció: La noche de los Grammy celebró los viejos ideales. No hubo nadie que arrasara y estuvo muy repartido, señaló el Boston Globe.

El jurado de los Grammy este año sencillamente no podía decidirse, se quejaba el New York Daily News. Lo han hecho como los monitores de un campamento de verano: han dado a cada uno un premio. Algunos casos resultaron dudosos, agregó.

UN PERDEDOR Y UN GANADOR Entre los grandes ganadores de la gala, aunque no recogiera premio, figura Justin Timberlake, que tras varios años de silencio volvió a subirse a un escenario a cantar en la noche de los Grammy. Su actuación fue muy aplaudida.

El músico de 32 años interpretó dos nuevas canciones en una actuación enmarcada plenamente en el estilo de los años 20. Incluso, además de la esposa de Timberlake Jessica Biel que aplaudía entusiasmada, toda la sala repleta de celebridades se sumó a la ovación.

El gran perdedor de la noche fue Justin Bieber. A pesar de sus éxitos en las listas de ventas y a su enorme comunidad de fans no recibió ni una nominación. Enojado, el cantante canadiense decidió quedarse en casa.

El cantante, quiso ofrecer una contragala a los Grammy que se emitiese por video, pero problemas técnicos lo impidieron. En esa noche no le quedó más que mostrar su disgusto a sus fans en las redes: Nunca me había sentido tan frustrado.