Rakta: mujeres que corren con lobos

Del ska pachanguero de Os Paralamas do Sucesso y Kid Abelha al wave progresivo de Legião Urbana y Titãs y, desde el extremo duro, Barão Vermelho y Sepultura. Con una expansión ralentizada entre tambores carnavaleros y voluptuosidad carioca, el rock ‘verdeamarelho’ hibrida en lo heterogéneo, impuro e inconexo.

Pendulando entre el pop –Pato Fu, Jota Quest, Skank, Pitty– y el punk ligero –Raimundos, Detonautas, Cadaver Em Transe–, la cerrajería eléctrica de Olho Seco o Anarkólatras detonará actos tipo Autogestão o Herdeiros da Revolta, todo un andamiaje áspero y punzocortante que pulverizó la imagen de una nación ni tan alegre ni tan cimbreante: violenta, polarizada, sobornable. Un país que ocupa el quinto lugar en el ránking mundial de violencia contra la mujer. En esa tensión se fraguó Rakta.

—Delay tambor—
“En Sao Paulo una está alerta todo el tiempo, esta tensión influye hasta en la manera cómo caminamos por la ciudad. Y se manifiesta también en nuestra música fabricada en otro momento de crisis política podrida en el Brasil”, dice Carla Boregas (32), bajo y voz de una formación que completan Paula Rebellato (28) en teclado y Nathalia Viccari (29) en batería. Noise atmosférico y sobresaturado. Reverberación de un buldócer acelerando en una catedral gótica. Pospunk psicodélico, rayo de electricidad que primero te atormenta e irremediablemente te subyuga.

–¿Qué significa tocar en una banda de mujeres?
Que a veces el técnico de sonido cree que nosotras no sabemos lo que estamos haciendo. Pero siempre se respetó nuestro trabajo.

–¿Es posible componer el ruido?
En conjunto y en el estudio. Nuestros ensayos son siempre partículas comprimidas de tiempo.

–¿El efecto favorito en su pedalera?
Delay, delay, delay, delay. Nos gusta mucho porque hace una buena analogía con el tiempo.

—Palo santo—
Rakta –'rojo' en sánscrito– empezó como cuarteto, editó el primer LP y un 7” antes de salir de gira durante 3 meses por EE.UU. y Europa, alumbrando otro 7” en Barcelona. De regreso a Brasil lanzan algunas rodajas de vinilo (“Tudo que é sólido”, “Intenção”), editan el disco "III" sin guitarra, giran por EE.UU., Japón y Canadá y este 2017 publican el 7” “Memória do futuro”, que las proyecta nuevamente a la carretera. “Escuchamos ‘Perú’ y se nos vienen a la mente la chicha, Los Saicos, Leusemia y Liquidarlo Celuloide”.

–Aquí escuchamos “Brasil” y aparecen Temer, Lula, Odebrecht…
Es un loop eterno. Corrupción descarada, abuso del poder, control de masas. La situación política en nuestro país es una pintura surrealista. Es el reino del absurdo.

–¿Su concierto en Lima olerá a palo santo, como el souvenir que insertaron en su primer disco?
Tendrá el olor de la sorpresa.

MÁS INFORMACIÓN
​Lugar: sótano del C.C. Camino Real.
Dirección: esquina Av. Víctor Andrés Belaunde y Av. Camino Real, San Isidro.
Horario: jueves 6, 7 p.m.
Ingreso: libre.