En el 2002, Rattle asumió como director artístico de la Filarmónica de Berlín. Desde el 2017 es director de la London Symphony Orchestra. (Foto: difusión)
En el 2002, Rattle asumió como director artístico de la Filarmónica de Berlín. Desde el 2017 es director de la London Symphony Orchestra. (Foto: difusión)

Están siempre de espaldas al público y, durante los conciertos, no dicen palabra alguna. Aun así, los directores de orquesta son los más aplaudidos de los recitales. Ellos son los guías, aquellos que hacen que todos los engranajes funcionen a la perfección y suenen como uno solo, tarea reservada para pocos.

Son estos personajes silentes los que más llaman la atención: se erigen sobre un podio y, desde allí, sacan el jugo y encaminan el talento de los intérpretes. Un movimiento suyo basta para callar o volver protagonista a un instrumento. Daniel Barenboim, Carlos Kleiber o Leonard Bernstein son algunos de los que resaltan en este oficio.

“No creo que ser director de orquesta sea una profesión”. Las palabras son de Simon Rattle, quien se destaca, justamente, en ese trabajo. Dueño de una carrera notable –que incluye un paso por la Filarmónica de Berlín y, actualmente, la batuta de la London Symphony Orchestra–, es voz autorizada para hablar al respecto. “Somos ‘fake news’. Nosotros no producimos ningún sonido”, declaró a “El País”.

Sus declaraciones no son, sin embargo, un autoboicot. Por el contrario, son un llamado a dejar de lado el halo místico y de genialidad que se asocia a un oficio que recién se hizo vital en el siglo XIX. Las verdaderas protagonistas de los conciertos, contó al diario español, son las orquestas. “Cada conjunto sinfónico reacciona de forma diferente ante una misma partitura, y eso me parece fascinante”, sentenció.

—El maestro—
Simon Rattle (Reino Unido, 1955) es una rara avis. Mientras que sus amigos jugaban en la calle, él, con 7 años, se regocijaba leyendo el “Tratado de instrumentación” de Hector Berlioz, su libro favorito. Más adelante probaría suerte como baterista, paso que lo llevaría, a los 10 años, a convertirse en uno de los percusionistas de la Merseyside Youth Orchestra. Tres años más tarde dirigiría su primer ensamble, el Liverpool Mozart Orchestra.

Rattle tuvo un exitoso paso por la Filarmónica de Berlín, en la que se quedó 16 años hasta que decidió cambiar de aires. Actualmente dirige la London Symphony Orchestra, reputado ensamble que tocará en Lima hoy y mañana en el Gran Teatro Nacional, como parte de la temporada de conciertos de TQ Producciones. Bajo su batuta sonarán composiciones de Benjamin Britten y Gustav Mahler.

La semana pasada, El Comercio trató de comunicarse con él para hablar sobre el recital. El maestro estuvo inubicable, en parte porque el equipo de fútbol de sus amores, el Liverpool FC, tenía un importante partido en agenda. Con la tranquilidad de haber conseguido un cupo en la final de la Champions League, Rattle nos respondió largo y tendido, y narró con lujo de detalles cómo se enamoró de la música.

“El origen de mi amor por la música es bastante curioso –señala el maestro–. Mis papás se mudaron a Liverpool durante la Segunda Guerra Mundial porque tenían un negocio de importación y exportación, y resultó que terminamos viviendo en la misma zona de la que salieron los Beatles, cerca a la calle Penny Lane. En ese entonces, la ciudad vivía un buen momento culturalmente hablando. Había música en todos lados, compañías de teatro que te dejaban con la boca abierta, y la poesía empezó a expandirse. Liverpool era la puerta de entrada de muchas expresiones. De hecho, fue el primer lugar de Europa en el que se tocó todo el ciclo de Mahler: sus once sinfonías juntas, y yo solo era un adolescente”.

Rattle ha visitado varias veces Latinoamérica, siendo Venezuela uno de los países con los que mayor relación tuvo. Al respecto, dijo: “Estuve allí en varias ocasiones para trabajar en El Sistema [modelo educativo que fue adaptado en nuestro país por Juan Diego Flórez, bajo el nombre de Sinfonía por el Perú], pero lamentablemente ya no es posible. Espero que las cosas mejoren allí, donde hay tantos buenos músicos”.

Esta es la primera vez que Rattle aterriza en el Perú, país del que reconoce no saber mucho. “Pero siempre me gustó Susana Baca. Creo que es una artista extraordinaria. Escucharla es como escuchar toda mi vida. Es una gran inspiración”, señaló.

Más información
Lugar: Gran Teatro Nacional. Dirección: Av. Javier Prado Este 2225, San Borja. Presentaciones: hoy y mañana, 8 p.m. Entradas: Teleticket.

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