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"Strange Little Birds": comentamos lo nuevo de Garbage - 2
Luis Jaime Cisneros

suena otra vez. Y lo hace estrenando material. "Strange Little Birds" es el título de su nuevo álbum, el sexto en estudio en las más de dos décadas de vida que tiene este grupo de pop y rock alternativo norteamericano que integran la cantante escocesa Shirley Manson, el guitarrista Duke Erickson, el bajista Steve Marker y el baterista Butch Vig. El álbum pone fin a una sequía productiva de cuatro años desde la publicación de "Not Your Kind People" en el 2012. Y lo primero que se puede decir tras escucharlo es que el cuarteto sale bien librado, entregando un álbum ecléctico, por momentos sombrío, por ratos explosivo, invadido por elocuentes guitarras distorsionadas, que no decepciona y que demuestra una lealtad a su ruidoso sonido primigenio donde se combinan el punk, el techno y el trip hop. Esto no es música de ascensor, tampoco de supermercado, ni para meditación trascendental.

"Strange Little Birds" es una prueba de supervivencia. Un álbum que, en cierto modo, es un guiño al pasado que ratifica las razones por las que están vivitos y coleando, aun haciendo juntos música. No pasa desapercibido que este álbum aparezca a los 20 años de su debut discográfico en el segundo semestre de 1995, cuando salió el primer disco de Garbage, aquel de portada rosa que sembró dos temas faros ("Queer" y "Stupid Girl"), semiarropado bajo la estola del sonido grunge como referencia estética de la década del 90. A fin de cuentas, el baterista Butch Vig había sido productor del álbum "Nevermind", de Nirvana, en 1991, uno de los hitos del grunge, y de emblemáticos grupos 'indies' como Sonic Youth y Smashing Pumpkins.

Este sexto álbum, con 11 canciones en más de 50 minutos, emana toda la garra y energía que caracteriza a Garbage. No es gratuito que en la portada del álbum figure el logo del grupo –la letra G– envuelto en piel de leopardo sobre un cálido fondo verde claro. Una metáfora sobre lo que significa vivir en estos tiempos, donde se lucha por sobrevivir como pequeñas aves ante el incipiente peligro de un zarpazo. "Strange Little Birds" respira en varios tramos la angustia de los 90, para dejar abierta la puerta al optimismo e incluso al amor. En el 2016, Garbage reivindica autenticidad, coherencia y una actitud que en estos tiempos de mutaciones no suelen abundar. Y lo hace con optimismo, a pesar de los tiempos que vivimos. En ese viaje de casi una hora, que empieza con la crepitante y angustiante "Sometimes", donde la voz de Manson parece provenir del fondo de una gruta acompañada por una percusión cual fuego de metralla, sobresalen temas como "Empty", "Blackout", la amorosa "If I Lost You", la estremecedora "Even Though Our Love is Doomed", aunque también hay espacio para dar botes al ritmo electrónico de "So We Can Stay Alive", sin prescindir del pop melodioso de "Teaching Little Fingers to Play", antes de terminar en la oscura "Amends". Es solo rock, pero vale la pena probar.

Artista: Garbage.
Sello: Stunvolume.
Año: 2016.
País: Estados Unidos.
Género: rock alternativo, pop experimental.
Calificación: 3/2 (de 5).

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