Illya Kuryaki se parte en busca de nuevos horizontes

“Estamos muy contentos de ser parte de esta primera edición en Perú del Cosquín Rock y vamos a ir con todo”, nos dice Dante Spinetta por la línea telefónica desde Buenos Aires con evidente entusiasmo. Acaba de tomarse un descanso en la mezcla de "Puñal", su cuarto disco solista, que estará listo la primera semana de noviembre.

Mientras tanto Emmanuel Horvilleur, la otra mitad de Illya Kuryaki, hace lo mismo por su lado, lo que podría convertir su presentación de este sábado, como parte del cartel del Cosquín Rock Perú, en su último concierto en Lima por mucho tiempo. “A diferencia de cuando nos separamos por 10 años el 2001, creo que hoy tenemos ganas de seguir porque estamos contentos, pero evidentemente también tenemos ganas de hacer otras cosas más personales que son diferentes a lo que hacemos compartiendo”, dice Dante. Y aclara: “Vamos a hacer una pausa para dedicarnos a nuestras carreras solistas, pero la idea es no parar IKV. Cuando nos separamos no lo hicimos porque nos peleamos, ni nos volvimos a juntar para hacer dinero. Por eso está todo bien entre nosotros, por eso hay IKV para rato”.

Al mismo tiempo, Spinetta confirma que seguirán participando con Illya Kuryaki en los compromisos que tienen programados este año e, incluso, podrían tocar juntos en algunos festivales durante el 2018, intercalando esas actividades con las propias de la promoción de cada uno de sus trabajos solistas. A pesar de esto, "Puñal" tiene un puente importante que lo une a "La Humanidad o Nosotros", el más reciente trabajo de estudio del grupo: ambos hablan de una realidad notoria en las ciudades, de un presente oscuro de la humanidad. “Es un momento durísimo que está pasando el mundo, podría ser un momento bisagra, donde hay muchas cosas dadas como para que se pudra todo: Trump, el norcoreano, los atentados como lo de Las Vegas o Europa y los terremotos, los huracanes. Todo nos pone en un momento súper álgido, que es un signo de los tiempos”.

Esto lo deja claro Illya Kuryaki desde la primera canción de "La humanidad o nosotros", "Aleluya": “Voy pisando sueño sin soñar/ arrastrando toda una ciudad/ ya no queda un horizonte/ tuve que enfrentar la realidad.”

Una nueva etapa
Algo que Illya Kuryaki ha demostrado en los últimos tiempos –como en "Chances", su anterior trabajo, del 2012- es que están alcanzando una etapa de madurez musical y lírica. La conjunción de ritmos diversos en busca de un 'power' sonoro propio, característica fundamental de la banda desde sus inicios, ha dejado de lado las letras sarcásticas para priorizar la reflexión y la sensibilidad humana, buscando lo que en sus propias palabras es “un equilibrio entre temas bailables y emocionales, con letras para pensar”. Esto, claro, sin perder un ápice de energía de lo cual los temas "Hombre libre" o "Ey, Dios" son perfectos ejemplos.

“Hoy día, por ejemplo, no podríamos escribir una canción como 'A mover el coolo', porque ya tenemos 40 años, todo es diferente”, nos dice Dante. “En 'La humanidad o nosotros' no hay canciones en joda. Bueno, nunca hubo canciones en joda, pero sí había unas que eran irónicas o con un humor más fuerte. Y es que nos vamos poniendo grandes y tenemos ganas de hablar de otras cosas. Tampoco hay una 'Jennifer del Estero', por ejemplo”. 

La idea de IKV era, desde el principio, hacer un disco un poco más espiritual que los anteriores, en el que se comenzaron a cuestionar cosas y a abrir la temática. Incluso, "La humanidad o nosotros" era un título que tenían anotado en un cuaderno desde años atrás. “No tenía mucho sentido en ese momento, pero cuando lo volvimos a ver nos pareció que era buenísimo, que tenía que ver con las canciones que estábamos haciendo. ¿Estamos haciendo bien las cosas como humanidad? ¿Estamos yendo por el camino correcto? ¿Somos buenos como especie o somos lo peor que le pasó al planeta? La idea del título era abrirnos a ese razonamiento.”, asegura Spinetta.

Entre los elementos que mejor han influido en este trabajo y en que Illya Kuryaki mantenga su fuerza, más allá de las aventuras discográficas de ambos, está, justamente, la combinación de sus talentos. “La relación entre Emma y yo es un dialogo constante. Tenemos una sola regla: si a alguno no le gusta algo, no va. Entre nosotros podemos ser muy ridículos y cagarnos de risa hasta llegar a una idea intentando que sea fuera de serie, porque vamos sin egos, sin preconceptos, para tratar de llegar a la mejor canción posible. Si uno lleva algo y el otro lleva algo mejor, lo que es mejor es lo que va”.

La otra influencia es, qué duda cabe, la omnipresente energía de Luis Alberto, su padre. “La bendición que tengo de él es la vida misma. La muerte es un estadio, es un momento de quiebre, de separación de cuerpo y alma, pero el alma se sigue sintiendo y algunas veces por cosas que pasan pareciera que sí hay algo más marcadamente, y yo sí creo que hay algo más. Las almas quedan y se convierten en otra cosa”, asegura Dante. Y completa: “con él siempre tuve una conexión muy fuerte de amor y respeto y de energía superpositiva, que uno extraña, obviamente. Uno extraña un abrazo, aunque tengo la posibilidad de escuchar su música y su voz. Hay tantas cosas que aprender de los discos que hizo que, ¡wow!, sigue siendo el maestro”.

Quizás por la complementación de ambos y esa fuerte influencia es que puede entenderse la respuesta final de Dante, cuando de mencionar el gran hito de Illya Kuryaki se refiere: “Creo que somos una de las primeras bandas mestizas en mezclar lo urbano, el rock, la salsa, el funk, y que siempre hemos tenido la estética fuerte de una banda que ha abierto puertas, que ha abierto horizontes, que ha generado nuevos paisajes. Ese es nuestro aporte, tener la bandera de la libertad de ser nosotros mismos".

MÁS INFORMACIÓN
Festival Cosquín Rock Perú
​FECHA: sábado 14 de octubre
HORA: desde las 11 am.
LUGAR: Club Cultural Lima de Chorrillos
DIRECCIÓN: Av. Alameda Sur 1530
ENTRADAS: Teleticket, desde 185 soles.