"Búnker": la sombra de una duda [CRÍTICA]
"Búnker": la sombra de una duda [CRÍTICA]

1992. Un anciano viaja de Italia al Perú para reencontrase con su nieta, a la que no ve desde hace muchos años. Para él no solamente se trata de una visita sino de una búsqueda. Porque lo que quiere realmente es saber en qué circunstancias murió su hija. Lo que encuentra es una familia deshecha y a una nieta tan hermética como el sótano en el que vive. Y, claro, el escenario urbano de una Lima amenazada por coches bombas, ataques terroristas y apagones. Este es planteamiento de “Búnker”, la nueva producción de Aranwa en el teatro Ricardo Blume.

Escrita por Mateo Chiarella y dirigida por Jorge Chiarella, la obra nos devuelve a ese ambiente de oscuridad y temor que vivimos a fines del siglo XX. Al buen texto lo acompaña una puesta en escena aparentemente simple que, con algunos pocos elementos, recrea ese Perú apocalíptico de tiempos del terrorismo. Pero los Chiarella no nos ofrecen un discurso social ni político, no se pierden en especulaciones morales ni pretenden reinterpretar la historia. Parten de una anécdota cotidiana, un reencuentro familiar, y nos conducen a un descubrimiento que toca ya no solo a sus protagonistas sino a una nación entera. Y lo hacen bien. La dramaturgia es sólida y la puesta en escena tiene el vigor y el misterio de un buen ‘thriller’.

De entrada la obra acierta con una apuesta escenográfica congruente con el tema que toca. Estamos en el sótano donde vive Antonia (Mayra Couto), una joven universitaria siempre en control de sí misma. Aquel refugio sirve perfectamente para describir el estado emocional de la muchacha. Un personaje tan complejo porque vive por y para el miedo. ¿De qué se oculta?, ¿o de quién? Poco a poco, con buen ritmo, la obra va respondiendo a nuestras preguntas. Y mientras eso sucede, el viejo Pietro (Augusto Mazzarelli) ofrece una oportuna contraparte. Es un ser vivo, despierto, que se niega a formar parte de esa legión de muertos vivientes que lo rodean. Sin embargo, no deja de ser un extraño dentro de un mundo convulsionado. Será a partir de sus propios descubrimientos que nos iremos informando del fondo de la trama.

Pese a sus virtudes, “Búnker” tiene algunas debilidades. De alguna manera se extiende demasiado. Por ejemplo, las escenas que tienen lugar fuera del sótano son prescindibles. Como aquella en la que Pietro y Antonia van de compras. Si la pieza tuviera un único acto, sin el intermedio y concentrándose solamente en lo que sucede dentro del sótano, tendríamos una obra más redonda. Más efectivas incluso en términos de impacto. No se alteraría la trama y mucho menos el sentido de la obra.

Para abordar un tema tan sensible era necesario contar con los intérpretes adecuados. Y me alegra decir que los actores cumplen una tarea tan fuerte como exige el libreto. En el papel del abuelo reencontramos al actor uruguayo Augusto Mazzarelli. Lo que resulta idóneo. Hay verdad en su aparición en escena, cuando nos damos cuenta de que es un extranjero que ha llegado a la ciudad. Una persona llena de buenos sentimientos pero ajena totalmente a una realidad. Por su parte, Mayra Couto también se entrega de lleno a su personaje. Celebro su decisión de dejar la televisión para descubrir sus posibilidades como actriz. Desligándose del personaje que le dio tanta popularidad en nuestro medio busca encontrarse como una intérprete de muchos rostros y lo logra en “Búnker”. Menos interesante me parece la participación de Bruno Espejo, no porque se trate de una mala actuación –no lo es–, sino porque en su primera escena no funciona del todo. Sin duda intenta pintarnos de cuerpo entero al peruano oportunista, abusivo y criollón que se aprovecha de la crisis nacional en beneficio propio. Pero es una situación escénica que interrumpe el desarrollo del drama. Es más útil en las escenas del chantaje, aunque su registro no presenta matices. Lo que lo distancia del naturalismo de sus compañeros de escena.

Búnker” es una obra de gran intensidad. Nos recuerda nuestra historia reciente pero sin amargura ni sentimentalismo. No estaría mal que el público más joven la pudiera ver. Porque también es efectiva a la hora de recordarnos una tragedia nacional que no se debe repetir.

MÁS INFORMACIÓN
"Búnker" se presenta en el Teatro Ricardo Blume (Jirón Huiracocha 2160, Jesús María).
Entradas a la venta en Teleticket de Wong y Metro.

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