Crítica de teatro: “Dueto en mi”
Crítica de teatro: “Dueto en mi”
Redacción EC

ALBERTO SERVAT

Considerada una de las chelistas definitivas del siglo XX, Jacqueline du Pré (1945-1987) quedará en el recuerdo como una mujer conflictiva, trágica y promiscua debido a los libros y películas que ha inspirado. Y la obra teatral “Dueto en mi”, de Tom Kempinski, no solamente enfatiza estos aspectos de su personalidad, sino que invade el terreno de la más absoluta privacidad: sus sesiones de terapia.

Por supuesto, el drama no apela a una rigurosa reproducción de esas sesiones, sino que recurre a la ficción para llenar huecos narrativos. Es lícito hacerlo en el proceso creativo. La realidad y la ficción nutren el arte y ante la ausencia de fórmulas, el resultado puede ser una obra maestra o un mamarracho.

“Dueto en mi” no es lo uno ni lo otro. Es una obra que puede resultar atractiva en su planteamiento pero que termina siendo un texto burdo y vacío.

Sacrifica la sensibilidad de sus personajes en beneficio de las frases ingeniosas y el coloquio chispeante. No se refleja el dolor, mucho menos el sufrimiento. Apela al entendimiento directo y finalmente nos presenta una situación extrema pero sin sustancia ni forma.

Para que “Dueto en mi” funcione sobre el escenario es necesario un montaje que pueda suplir la superficialidad de sus diálogos. Y en el caso del montaje que podemos ver actualmente en el Centro Cultural de la Católica hay un esfuerzo por darle a la obra un trasfondo mayor. El resultado es visualmente atractivo, bien compuesto y con los elementos bien distribuidos.

A estas alturas Édgar Saba es un director con la experiencia suficiente para saber inyectar su propia personalidad en las obras que aborda. Y en “Dueto en mi” su intención no es subrayar los aspectos sensacionalistas de la personalidad de la protagonista. Se encarga más bien de mostrar un ser humano atormentado por el sufrimiento físico y le rinde un tributo sentido y emocionante durante la escena central de la obra. Cuando Jacqueline (llamada Stefanie en el texto) interpreta el famoso concierto de Elgar.

En escena tenemos a la protagonista con el cello entre las manos y detrás de ella la proyección de un video en el que vemos a una mujer libre de los males que la aquejan. El efecto de este momento es sensacional. Hay una voluntad de trascender el material escrito y crear a partir de la anécdota. Allí está el valor del montaje.

Por supuesto, Saba necesita a la actriz ideal para interpretar a la Du Pré, que en la obra se llama Stephanie Abrahams. Y Jimena Lindo, como es habitual en ella, se esfuerza con cada una de sus células en vivir a plenitud el personaje. De entrada, la sentimos histriónica sin ser artificial. Su energía, traducida en la entonación y los gestos faciales, puede resultar excesiva en un primer momento. Pero de inmediato comprendemos que está creando un personaje. Que así es como entiende a Stephanie. Así es como la concibe. Siempre excesiva, intensa, afectada. Y, claro, llegado al clímax en el momento del cello su entrega es definitiva.

Bien jugado al elegir a Paul Vega para el papel del doctor Feldman. Es el actor natural para compensar la fuerza de la actriz. Vega es el perfecto actor, contenido y emocional, que equilibra la desesperación de su contraparte.

No entiendo del todo la elección musical que acompaña la puesta en escena. El concierto de Elgar ocupa el momento más brillante del montaje, pero los otros temas musicales me distraen y resultan inadecuados para la historia que estamos viendo.

“Dueto en mi” es una obra teatral británica, estrenada con éxito en el West End de Londres pero que tuvo la peor de las suertes en su paso a Broadway.

Dirigida por el realizador cinematográfico William Friedkin y con Anne Bancroft y Max von Sydow en los papeles estelares, la obra solo se presentó durante veinte funciones entre diciembre de 1981 y enero del siguiente año.

FICHA TÉCNICA
DUETO EN MI
AÑO:
2014.
DIRECTOR: Édgar Saba.
ACTORES: Jimena Lindo, Paul Vega.
DÓNDE: Teatro del Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú. Av. Camino Real 1075, San Isidro.
CUÁNDO: De jueves a lunes a las 8 p.m. Hasta el 21 de julio.

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