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“Fui señalada y juzgada...atacada y perseguida”: las desgarradoras confesiones de Gabriela Spanic, protagonista de “La usurpadora”
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Pocos rostros en la televisión latina han dejado una huella tan profunda y, al mismo tiempo, han enfrentado tantas tormentas como el de Gabriela Spanic. Su sola presencia en escena impone, pero es en sus palabras donde emerge una verdad sin maquillaje. “He tenido el gusto de ir varias veces a Perú”, dice con emoción. Su última visita fue hace seis años con “Divinas”. Hoy regresa con “Brujas”, una obra que no eligió al azar, sino con el corazón. “Es una pieza cargada de reflexión. Aunque fue escrita hace años, aborda temas muy actuales: la bisexualidad, la traición entre amigas”, adelanta.
En esta puesta en escena producida por José Salinas, Spanic Utrera interpreta a Luisa, una prostituta de lujo que, detrás de su apariencia alegre y extrovertida, esconde una herida que no ha dejado de sangrar: la del abandono, la soledad y la falta de amor. “Es un personaje que es muy solo. Fue criada en un convento porque su madre la concibió por error. Creció sin familia, sin un hogar real. Para ella, estas amigas son lo más parecido a una familia”, explica.
Luisa es la que ríe fuerte, la que bromea sin filtros, pero también la que más cuida. “Se refugia en sus amigas, las protege. Es directa, divertida, pero cuando se confiesa, llora. Dice que su vida no es fácil”. Y en ese contraste, Gaby encuentra algo que la conecta profundamente con su papel.
“Nunca he sido prostituta, claro que no”, dice entre risas, “pero a Luisa la difaman, la acusan, y yo también he sido señalada, juzgada. A veces me siento sola, desvalorizada”, reconoce.

Cicatrices ocultas
“El público ha sido maravilloso conmigo”, dice con gratitud. Pero su mirada se endurece al tocar un punto de su vida más profundo. “Desde que llegué a México han querido pisotear mi nombre. Me inventaron cosas. Me cerraron las puertas”, asegura.
No da detalles, pero deja claro que sabe quién está detrás. “He sido atacada, perseguida. Sé por qué pasó, pero no puedo hablar. Sigo aquí por mi hijo. Soy madre soltera. Tengo 51 años. Y no me rindo”.
“Dicen que soy conflictiva. Hay alguien que desde hace años me hace la vida imposible. Me difaman, me acusan. Pensé en dejar todo, vender mis cosas, hacer mi película y contar la verdad. Pero tengo miedo de que me pase algo. Aquí no hay justicia”.
En medio de ese torbellino, su mayor dolor lo vivió en el 2010, al ver a su hijo envenenado, supuestamente por alguien cercano a ella. “Le hicieron lavados de estómago. Tuvo secuelas. Algunos medios dijeron que lo inventé para llamar la atención porque estaba grabando ‘Soy tu dueña’. Me difamaron, y después de esa novela me vetaron por siete años. Detrás de eso hay un psicópata. Un autor intelectual”, asiente.
Un antes y un después
La vida de Gaby Spanic cambió para siempre con “La usurpadora” (1998). Aunque ya tenía una sólida carrera en Venezuela, donde comenzó como extra a los 13 años y protagonizó telenovelas como “Como tú ninguna” y “Todo por tu amor”, fue en México donde la fama abrumadora llegó.

“‘La usurpadora’ fue un parteaguas en mi carrera. Fue mi primera novela en México, y ahí el mundo me conoció”, detalla.

En la telenovela de Televisa Gaby encarnó a las gemelas Paola y Paulina con una destreza que sorprendió incluso a los más escépticos. “Sí, fui yo quien hizo a las dos. Mucha gente cree que Daniela, mi hermana gemela actuó, pero no fue así”, revela.
Vivir sin miedo
Con los años, Gaby Spanic ha aprendido a hablar sin temor. A esta etapa de su vida la define con una sola palabra: liberación. Y no es para menos. Ha cargado durante décadas con silencios y heridas que solo el tiempo, la fe y el amor propio han podido empezar a sanar.
“Sí, de niña fui abusada sexualmente. Me costó muchísimo contarlo. Vivimos en una sociedad donde se obliga a la mujer a callar, a proteger el apellido familiar, mientras tíos y padrastros violadores siguen impunes. Yo callé por vergüenza, porque mi madre no lo supo, porque me sentía culpable”, confiesa con valentía.
A pesar de todo, Gaby Spanic sigue de pie. “Soy un milagro. Cualquiera que hubiera vivido lo que yo viví estaría internado, pero aquí estoy, firme. Me cuido, hago terapia, me aferro a Dios y la Biblia, y sigo adelante. Vivo esta etapa con libertad y esperanza: construiré un hotel y pronto contaré mi historia en una película o serie biográfica, porque mi vida misma ha sido una película”, concluye, dejando claro que su voz aún tiene mucho por decir.
Brujas” ofrecerá ocho funciones en el Perú. Las entradas ya están disponibles en Joinnus.
· 25 de junio en el Teatro Plaza Norte.
· 26 de junio en el Teatro Fénix de Arequipa.
· 27 de junio en el Auditorio del Colegio San Agustín de San Isidro.
· 28 de junio Teatro San Juan de Trujillo.
· 29 de junio en el Auditorio del Colegio San José de Chiclayo.
· 4 de julio en Piura en el Auditorio Manuel Moncloa y Ferreyra (UNP).
· 5 de julio en Chimbote en la Universidad Nacional del Santa.
· 6 de julio en Tacna en el Centro de Convenciones Barra 7.
Después de las funciones de “Brujas”, Gaby ofrecerá tres presentaciones de su show “La usurpadora El musical”. El 30 de junio en Barranco, el 1 de julio en Iquitos y el 2 en Huancayo.
