Octavio Bernaza, Diana Gutiérrez, Jaime Cruz, Ximena Rodríguez, Manuel García y Cristina León Barandiarán escuchan el rap de Álvaro Toledo. (Foto: José Rojas)
Octavio Bernaza, Diana Gutiérrez, Jaime Cruz, Ximena Rodríguez, Manuel García y Cristina León Barandiarán escuchan el rap de Álvaro Toledo. (Foto: José Rojas)
/ JOSE ROJAS BASHE

“Hamlet, Hamlet, Hamlet”. El nombre del personaje de Shakespeare sonó como un susurro en la cabeza de Chela De Ferrari mientras se tomaba un café con Jaime Cruz. Por mucho tiempo, ella había buscado al actor ideal para poder montar el clásico, pero la suerte no la había acompañado. Pero ese día, ella vio en Cruz al príncipe de Dinamarca.

En ese momento, De Ferrari se dio cuenta de otra cosa. Dicho por Cruz, el “ser o no ser” inmortalizado por la pluma del bardo cobraría un nuevo significado. Ya no solo se trataría de cuestionarse sobre la finitud de la vida o de otras explicaciones que los especialistas han dado a la frase del primer soliloquio del príncipe: ahora también sería una invitación a pensar en el lugar que se les da a las personas con síndrome de Down, como Cruz, en la sociedad.

Lucas Demarchi se viste de Hamlet y escucha lo que le dice el cráneo, que en la obra de Shakespeare pertenece a Yorick, bufón de la corte y gran amigo del príncipe de Dinamarca. (Foto: José Rojas)
Lucas Demarchi se viste de Hamlet y escucha lo que le dice el cráneo, que en la obra de Shakespeare pertenece a Yorick, bufón de la corte y gran amigo del príncipe de Dinamarca. (Foto: José Rojas)
/ JOSE ROJAS BASHE

Después de esbozar varias ideas sobre quiénes integrarían el elenco, De Ferrari decidió que “Hamlet” –que se estrena este viernes en el teatro La Plaza– sea representado por actores con síndrome de Down y que, por lo menos en algún momento de la obra, todos sean Hamlet.

“Lo que sentía era que ellos le iban a dar un nuevo significado al ‘ser o no ser’ –explica De Ferrari, directora de la puesta en escena–. Dicho por ellos, la frase apuntaría a qué significa ser para personas que no encuentran espacios donde se les tome en cuenta. Lo que ellos se están preguntando es quiénes son para nosotros. Y ese es un mito que hemos roto: ellos sí tiene capacidad de introspección, sí pueden hacerse preguntas profundas, y con ellas nos interpelan. ¿Qué significa para ti mi vida? ¿Cómo te haces cargo de esta realidad? Como dice uno de los actores: ‘Estoy aquí, pero no me quieres ver’. De alguna manera, todos encarnan a ese ser que nos encara”.

Chela De Ferrari inició este proyecto hace un año. Desde entonces, los ensayos fueron casi a diario y duraron, como mínimo, cuatro horas. (Foto: EDUARDO CAVERO)
Chela De Ferrari inició este proyecto hace un año. Desde entonces, los ensayos fueron casi a diario y duraron, como mínimo, cuatro horas. (Foto: EDUARDO CAVERO)
/ EDUARDO CAVERO

¿QUIÉN ES CLAUDIO, QUIEN TRAICIONA A HAMLET?

Para montar “Hamlet” se ha necesitado de una larga e intensa preparación. Cuatro horas de ensayo diario, como mínimo, durante un año fueron las que De Ferrari y el elenco dedicaron a sacar adelante el proyecto.

Hay que tener en cuenta que el montaje es una versión “recontralibre” del clásico. “Hacer ‘Hamlet’ es definitivamente una provocación –dice De Ferrari–. Aquí usamos la obra, usamos las frases, los monólogos que nos convienen y los amarramos con la vida de los actores, con sus experiencias. Es una obra testimonial que se trenza con ‘Hamlet’”.

En efecto, lo que se ve en escena es a siete chicos con síndrome de Down y una con discapacidad intelectual, mostrando sus sueños y temores. “Quisiera ser capaz de hablar y hacerme entender, y aún así estoy aquí tartamudeando, llenando el silencio con mis palabras. ¿Es valentía?”, se le escucha decir a uno. De forma similar, en otra escena, tres actrices toman papeles y cuentan qué es lo que les gustaría hacer o vivir. Una está enamorada de un neurotípico, un francés al que conoce por Internet. Otra es independiente, paga su luz y su agua. Otra desea ser mamá, acariciar a su hijo y darle de lactar.

También hay espacio para hablar de las malas experiencias, como el maltrato que algunos sufrieron en el colegio. Es entonces que la figura de Claudio, el traidor que quiere acabar con la vida de Hamlet, cobra mayor importancia. “De alguna manera, Claudio somos todos –sentencia De Ferrari–. Nosotros somos aquellos que le impedimos ser, somos los que usurpamos su corona. Ahí estamos nosotros, a menos que queramos hacernos cargo de esa realidad”.

MÁS INFORMACIÓN

Lugar: teatro La Plaza. Dirección: Larcomar, Miraflores. Estreno: viernes 11 de octubre. Funciones: de jueves a martes. Entradas: Teleticket.

Contenido sugerido

Contenido GEC