De vuelta a las tablas, Galdós soltará todo su arsenal en contra del Día del Amor y sus convenciones. (Foto: Nancy Chappell)
De vuelta a las tablas, Galdós soltará todo su arsenal en contra del Día del Amor y sus convenciones. (Foto: Nancy Chappell)

En un ya lejano San Valentín, cuando todavía era un muchacho veinteañero, vivió la que quizá sea la experiencia que más lo marcó en su vida amorosa. Fue un 14 de febrero cuando el cuartelero de un hostal le tocó la puerta de su cuarto para hacerle recordar que su turno había acabado. "Después te das cuenta de que el tiempo ya depende del nivel del hotel. Pero esa era mi época de universidad, así que no tenía mucha disposición económica", cuenta el 'showman'.

Es probable que situaciones como esa –sumadas a la presión social típica de una fecha tan tradicional– hayan alimentado el odio de Galdós por Cupido. "A mí, incluso, me han dejado por misio. Y más o menos por San Valentín. Eso es bien fuerte", confiesa. Tiene 43 años, pero el artista no encuentra otra forma de expulsar sus demonios que no sea subirse a un escenario y dedicarles un unipersonal.

"Yo odio San Valentín" es, a fin de cuentas, una guía para sobrevivir a la presión y al negocio del amor concentrado en un día en el que las parejas se vuelcan a las calles creando tráfico, llenando chifas y pollerías y paseando con ramos de flores y peluches tamaño natural. "Si no haces algo en San Valentín es como si no la amaras", reniega Galdós. ¿Es imposible no sucumbir ante la convención? "Aprendí que cuando conoces a alguien es mejor presentar tus credenciales desde el inicio. Por lo general, todos hacemos el ejercicio al revés: nos presentamos como una persona que no tiene nada que ver con nosotros mismos. Pensemos en las cosas más simples, como ir a bailar. No conozco a un hombre que me diga que su pasatiempo favorito de fin de semana es ir a bailar. Hay gente que se impone hacer cosas de las que luego se va a arrepentir por querer conquistar a alguien".

—Te amo, Tinder—
Aunque su vida familiar no formará parte de este nuevo show, Galdós adelanta que en cuestión de relaciones amorosas los temas son inagotables. La famosa aplicación Tinder, por ejemplo, "es una herramienta formidable" para encontrar pareja, asegura. "Si Tinder hubiera existido en mi época yo hubiera sido el hombre más feliz del planeta: no tienes que hablar, ni conocer [en persona] a alguien. Tinder es lo que a mis 20 eran las citas a ciegas. Pero esta es una cita a ciegas recontracertera. Ves qué come la otra persona, a qué playas va, tienes referencias... ya si con ese resumen no tienes algo seguro, mátate".

Carlos Galdós: "Lo que a mis 20 eran las citas a ciegas, hoy es Tinder"
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Luego de realizar unipersonales dedicados a la madre, a la nostalgia por los ochenta y otros temas, ¿es probable que los tópicos se agoten? "Cada vez quiero estar más en mi casa, eso es cierto –sostiene Galdós–. Así que es muy probable que este sea el primer y último show que hago este año y hasta nuevo aviso. No es un retiro, porque si me provoca, me trepo al escenario, pero estoy en muchas cosas laborales y quiero pasar más tiempo en mi casa".

Si bien la locura ocasionada por Cupido –que dicta que se debe salir de casa un 14 de febrero– es el tema central de "Yo odio San Valentín", Galdós revela que desde hace dos años y medio su vida va en dirección contraria: si pudiera quedarse para siempre en su casa, con su esposa y sus hijos, lo haría. "Creo que decidí tener dos hijos seguidos para no salir de casa", asegura entre risas. "Estar solo con la familia es increíble. Salgo solo para trabajar. Para sacarme de mi casa se necesita una grúa", agrega. La próxima salida será para despotricar contra el amor. Agárrate, Cupido.

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