
La puerta apenas comienza a abrirse, y Tyson ya está allí, ansioso, moviendo la cola con energía. Su bienvenida es efusiva, como si quisiera contarle a Marco Zunino que hay visitas esperándolo en la terraza de su departamento en Miraflores. “Disculpen la tardanza, tuve un chequeo médico. Aquí está la prueba”, dice Marco, señalando el esparadrapo en su brazo. Antes de la entrevista, iniciamos la sesión de fotos. Tyson, fiel a su naturaleza perruna, no se separa de su dueño ni un instante. Se acomoda junto a él frente a la cámara. “No se quiere ir, es necio como yo. Nos parecemos mucho”, asegura el actor sonriente, y su mirada se ilumina al recordar como su compañero de cuatro patas llegó a su vida hace once años.

“A Tyson lo recogí de la calle durante el rodaje de la película ‘No estamos solos’, en la Quinta Heeren. Cada vez que salía a tomar aire, allí estaba, siguiéndome, y su presencia me daba una calma especial en medio del trabajo. No tenía dueño, era uno de esos perros que habían quedado abandonados. Recuerdo que Lucho Cáceres, también parte del elenco, me dijo: ‘Los perros eligen a sus dueños’. Y así fue. Lo llevé al veterinario, luego a mi casa, y desde ese día se convirtió en parte de mi vida y de mi familia. Adonde voy, lo llevo”, comparte con emoción.

Esta semana, Zunino inició una nueva temporada de “Hombres a la Plancha”, un espectáculo musical que, además de permitirle conectar con el público a través de la música y las emociones, le brindó fuerza y un renovado amor por su profesión. En este momento decisivo de su vida, el escenario se ha convertido en un espacio de resistencia y gratitud.
“Es un regalo. Es haber aprendido nuevamente a confiar un poco más en mí y a rodearme de personas comprometidas y profesionales”, asegura, destacando la química que se ha formado entre los siete miembros del elenco (Marco, Juan Carlos Rey de Castro, Stefano Meier, Thony Valencia, Gino Assereto, Yaco Eskenazi y Luis Baca). “Cuando se realizó el casting, lo primero que les dije a los productores fue que no quería divos. Soltamos nombres y esa fue la premisa para la elección. El resultado es un elenco diverso y comprometido, donde todos son muy receptivos y tienen un deseo genuino de hacer las cosas bien”, detalla.
Reconocido por romper barreras como el primer actor latino en protagonizar el multigalardonado musical “Chicago” en Broadway, Zunino canalizó esa misma fortaleza en un enfrentamiento personal: su segunda lucha contra el cáncer.
Hace más de seis meses, un diagnóstico de cáncer de vejiga, lo sorprendió mientras se preparaba para “Nubeluz, la despedida”. Tras haber superado un cáncer de piel años atrás, esta segunda prueba lo obligó a replantearse su propia vulnerabilidad. “Por primera vez dejé de sentirme inmortal, sentí que la muerte no está tan lejos”, narra.
En julio del 2024, el testimonio valiente de su amigo Christian Thorsen, que celebraba un año más de vida ganándole la batalla a un cáncer en estadio 4 con medicina antroposófica, le recordó a Zunino la importancia de no postergar los chequeos médicos.
“Después de un examen de próstata, me hicieron una ecografía, donde detectaron un tumor en la vejiga. Cuando me informaron que tenía cáncer, lo tomé con calma. Lloré, sí, pero no por el diagnóstico, sino porque faltaban dos semanas para el show de Nubeluz , y el médico me dijo que, me operara o no, no iba a poder participar. Cuando regresé a los ensayos, les pedí a Daniela Sarfaty y a Rossana Fernández Maldonado, que sabían lo que me estaba pasando, que no hablen del tema. Me protegí como pude”, recuerda el actor, quien finalmente pudo participar en el show de reencuentro, aunque con ciertas restricciones.
Gracias a la detección temprana, Zunino evitó los tratamientos más invasivos, como la quimioterapia, y en lugar de ello recibió inmunoterapia para fortalecer su sistema inmunológico. “No me puedo comparar con quienes pasan por quimios; es un tratamiento realmente agresivo. Yo he tenido la suerte de no necesitarlo”, compartió. Además, optó por complementar su tratamiento médico con el uso de muérdago. “Pero el tratamiento que me están dando es diferente al que usa Christian”, aclara.

Canta con el alma
Después de la inmunoterapia, Marco inició una etapa de controles regulares para determinar cómo evoluciona su salud mientras sigue cautivando al público protagonizando y dirigiendo “Hombres a la plancha”. Cada canción es un acto de resistencia y cada nota una declaración de amor a la vida.
“Ya no tengo cáncer, la terapia que hago es preventiva y para bajar las posibilidades de que pueda regresa”, aclara con determinación. Luego añade con énfasis: “Mi mensaje es claro: cuídense, no pospongan los chequeos médicos y valoren cada día de sus vidas”.
Lugar: Centro de Convenciones Maracaná de Jesús María
Fecha: Hasta el 15 de febrero.
Posteriormente, el 22 de marzo, llegará al Palacio Metropolitano de Bellas Artes en Arequipa.
Entradas: Teleticket.