Verónica Álvarez: “Ser sexy es ser segura de una misma”
José Silva

En un reparto plagado de figuras como Gisela Ponce de León, Andrés Salas, Anahí de Cárdenas, Luis Baca, Ebelin Ortiz y la experimentada Elena Romero, cualquiera podría pensar que no hay espacio para sorpresas en la obra “En el barrio”.

Sin embargo, conforme avanzan los números del musical que dirige Bruno Ascenzo en el teatro Pirandello, hay alguien que destaca por su voz vigorosa, su sensualidad caribeña y su peso escénico.

Hablamos de Verónica Álvarez, una artista formada originalmente como bailarina urbana, pero con el talento suficiente para cantar e incluso para interpretar a un personaje diseñado a su medida.

Creado por Lin-Manuel Miranda y Quiara Alegría Hudes, el musical “En el barrio” cuenta la historia de un grupo de inmigrantes latinos que habitan Nueva York, Estados Unidos. A su manera, cada uno de los personajes de esta historia representa el esfuerzo por sobrellevar la vida en un espacio que se les torna ajeno y complejo.

En este crisol de seres humanos aparece Vanessa, una coqueta joven que busca salir del barrio llevándose por delante sus recuerdos. Y Verónica Álvarez la interpreta de forma destacable, robando suspiros y generando fuertes aplausos del público.

Conversamos brevemente con esta joven artista nacional sobre su participación en este musical, que va de jueves a domingo en el teatro Pirandello.

¿Eres una bailarina que se transformó en actriz o una actriz que se transformó en cantante? ¿Cómo te defines?

Soy una artista, siempre llevé el arte en mis venas desde chica. En el colegio subía al escenario cuando había la oportunidad. Mis profesores y compañeros me recuerdan siempre bailando, cantando y actuando. De chica no diferenciaba, para mí todo era arte. Pero por cuestiones de la vida me metí a una clase de baile y me enamoré de eso. La vida me ha ido llevando por este remolino de la danza, que es infinito y del que nunca terminas de aprender. Hoy soy una bailarina profesional pero el canto siempre estuvo en mí, igual pasa con la actuación. De hecho, esto último es lo que más nervios me genera porque no tengo mucha experiencia actuando. Pero es algo que siempre quise hacer.

A muchas adolescentes les encanta bailar y lo hacen. En tu caso, ¿en qué momento te diste cuenta que querías ser profesional?

Salí del colegio y estudié administración de empresas en la Universidad del Pacífico. Ese es mi lado más formal, más chancón. Me gustó mi carrera y la terminé, pero entré a tomar clases de baile y se me fueron presentando distintas oportunidades. Y cuando Vania Masías decide formar su compañía de baile (D1) me presenté a las audiciones. Ahí llevé la danza a otro nivel. A los 22 años ingresé a la compañía. Eso ya implicaba un ‘training’ mucho más fuerte. Ensayábamos de lunes a viernes de nueve de la mañana a dos de la tarde. Me convertí después en profesora y debí entrenarme mucho más para poder enseñar. Viajé a Nueva York, el año pasado fui a Europa. Así podría decirse que llevo mi formación profesional hasta hoy.

¿En qué etapa de tu carrera te encuentra el musical “En el barrio”?

Estoy en una etapa muy hermosa de mi carrera en la que vengo descubriendo cosas nuevas. De hecho, hago teatro musical hace siete años, entonces, cantar y bailar sí es algo que conozco. Pero actuar es un paso adelante. Estoy explorando nuevas cosas y abriéndome caminos a nuevas oportunidades.

Tienes una formación de bailarina urbana. En la obra hay varios géneros, pero principalmente el tropical caribeño y salsa. ¿Con qué género te sientes más cómoda?

Vania Masías nos enseñó siempre a ser versátiles. Por más que enseño sexy dance y estoy más inclinada a lo urbano, sé también varios otros estilos. Esta es la primera obra que incluye salsa, hip hop y rap en sus números. Yo soy dominicano-peruana y lo latino está en mis venas. Me identifico mucho con el merengue, con la bachata y demás. Es parte de mi crecimiento, de mis raíces y de quién soy. La mitad de mi familia vive en Santo Domingo y la otra mitad aquí. Creo que me identifico con la obra a ese nivel.

Verónica Álvarez invitando a ver la obra "En el barrio".

Entonces no fue tan difícil para ti desempeñarte en los géneros que debes bailar sobre el escenario...

No, de hecho no. Siempre he sentido en mi corazón que no soy 100% peruana. De chica siempre tuve esa confusión. Cuando en el colegio preguntaban quién era extranjera, yo levantaba la mano y mis amigas decían ‘ay que huachafa’. Pero había algo que me hacía sentir distinta. A veces a la gente le llama la atención que sonrío mucho. Eso es algo muy caribeño. O no sé, mi cuerpo, que no es el típico cuerpo peruano, sino más bien centroamericano. Entonces, siempre me sentí como de aquí, de allá y a la vez de ningún lado. Y trasladando esto a la obra -- que pude verla previamente en Broadway -- entendí el mensaje en torno a que es bonito de dónde vienes, pero tu hogar es realmente donde está tu gente, los que te quieren. Y al final yo decidí quedarme en Lima, crecer aquí. Aquí me gusta estar.

Tuviste la oportunidad de ver la obra en su versión original en Estados Unidos. Al haber letras de hip hop y muchas rimas en inglés, ¿cómo se manejó el tema de la traducción para hacerla entendible al público peruano?

Bruno Ascenzo hizo una súper buena chamba traduciendo para que no se pierda la esencia de la obra que originalmente está en ‘spanglish’, y esa fue una de las razones por las que me encantó. Por temas de traducción no puede hacerse (aquí) en ‘spanglish’, pero sí se han conservado ciertas palabritas y detalles en inglés. Y cuando hemos probado esto con el público todos se ríen mucho. Creo que sí, se llega a conservar el alma de la obra original.

Es la primera vez que trabajas con Bruno Ascenzo. ¿Qué tal la experiencia?

Tengo que agradecerle la vida a Bruno. Él invirtió mucho tiempo en mí, en ayudarme y brindarme todas las herramientas que necesitaba para interpretar a un personaje como Vanessa. Si bien yo vengo haciendo teatro musical hace algunos años, Bruno se tomó el tiempo de sentarse y decirme ‘haremos esto y te ayudaré’. Sentí su apoyo en todo momento.

Hay muchos actores que se pasan la vida sin participar en ningún musical. Siendo para muchos la gran sorpresa de “En el barrio”, ¿cuál es la clave para salir airoso de un musical?

En un musical es igual e importante el canto, el baile y la actuación. Quizás no seas el mejor bailarín pero entrenas y mejoras. Igual con el canto y la actuación. Se precisa de actores que dominen las tres cosas y creo que en este elenco todos son reflejo de eso. Inclusive el ensamble de baile [Elenco de danza] son chicos de D1 [Academia de Vania Masías] o chicos que están pisando por primera vez un escenario. Me veo reflejada en ellos y recuerdo que también estuve ahí.

Esos chicos tienen los mismos sueños que tú tenías cuando solo bailabas sobre el escenario…

Cuando empecé a hacer teatro musical como ensamble no tenía en mis objetivos hacer un papel protagónico. No me metí al teatro musical para hacer un papel principal. Creo que es algo que llegó a mi vida en un momento que tenía que llegar. Tampoco significa que por haber hecho un protagónico nunca más seré ensamble, porque soy muy feliz bailando. Y de hecho en esta obra veo a los chicos realizando las coreografías y a veces me pican los pies por bailar con ellos.

Y en el elenco compartes roles con gente joven pero que tiene mucha experiencia en teatro y también en musicales como Gisela Ponce de León, Anahí de Cárdenas o la propia Elena Romero…

Gisela Ponce de León es una persona muy especial para mí. Es la actriz que más admiro. De hecho yo empecé bailando con ella, pero luego Gisela se abrió más hacia la actuación y yo más hacia la danza. La vida nos fue reencontrando. La primera obra en la que bailé fue “Cabaret”, donde ella fue la protagonista. Siento que poder trabajar con Bruno, Gisela, Anahí, Andrés, etc, me ha ayudado muchísimo. He sido como una esponja que absorbe todo. Eso me hizo sentir muy bien.

Tu personaje, Vanessa, es una chica sexy capaz de conquistar al que se le cruce. ¿Hay algo de ella en la Verónica Álvarez de la vida diaria?

Soy profesora de sexy dance y trabajo mucho con ese tema. Siempre le enseño a mis alumnas que ser sexy es ser segura de una misma. Pero este es un personaje al que yo juego en clase, cuando grabo videos, no sé. Fuera de clase, en mi vida normal, soy una persona súper casera. Me gusta cocinar, ver películas y dormir. Digamos que no soy como Vanessa en la vida diaria, pero sí estoy muy en contacto con ese aspecto de mí porque enseño a las mujeres a estar en contacto con la sensualidad que cada una lleva dentro. Quizás eso inspiró a Bruno para que me llame para interpretar este personaje. Siempre me decía que debía meter a esa chica bailarina en mi personaje. Y eso es lo que vine trabajando ahora en mi actuación. 

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