Milenka Duarte

Durante los meses de frío, el vello suele pasar desapercibido; sin embargo, con la llegada de la primavera y el verano, este se revela como un invitado nada agradable. Muchos hombres y mujeres recurren a técnicas como la cera, el hilo o la máquina de afeitar para eliminar el pelo corporal, pero estos con el tiempo suelen generar complicaciones como irritación, quemaduras y manchas. Por esta razón, cada vez son más las personas que deciden probar la, un recurso más para la estética actual.

Este tratamiento consiste en un mecanismo de fototermólisis selectiva, mediante la cual el rayo láser ataca la melanina del vello, atrofiando el folículo piloso e impidiendo su regeneración, sin dañar el tejido circundante. Como asegura la doctora Giulianna Berrocal, este tratamiento no solo sirve para eliminar el pelo de manera permanente, segura y rápida, sino que también ayuda a mejorar la textura y la elasticidad de la piel, ya que el láser genera una activación del colágeno y la elastina. Además, no genera dolor o irritación, y disminuye los riesgos de hiperpigmentación o la hipopigmentación. Asimismo, es bastante versátil porque se puede aplicar en todo tipo de piel y color de vello, además de tratar cualquier parte del cuerpo.

Se realizan de cuatro a seis sesiones, dependiendo de la zona que se está tratando, ya que el pelo crece a ritmos diferentes. Pero desde la primera sesión se obtienen resultados visibles.

El doctor Erick Torres, especialista en cirugía láser del Centro de Medicina Estética de la clínica Ricardo Palma, refiere que es importante tomar en cuenta las tres etapas por las que atraviesa el vello: pequeño, juvenil y maduro. Lo ideal es realizar el procedimiento cuando este se encuentre en la última fase, ya que tendrá más melanina, logrando que el láser pueda penetrar correctamente en el área.

RESULTADO INMEDIATO

Torres afirma que es importante que el paciente busque centros especializados, ya que es un tratamiento estrictamente médico, pues al emplear el láser es fundamental conocer de anatomía de la piel y características del pelo. Por esta razón, el médico deberá realizar una evaluación previa para poder determinar ciertos parámetros, ya que si no se emplea una longitud de onda y un pulso correctos, puede generar complicaciones como quemaduras o ampollas.

Dos días antes de cada sesión se le solicita al paciente que se rasure las zonas que quiere trabajar, para que así el vello de uno o dos milímetros logre captar mejor la energía del láser. Posteriormente, se procede a limpiar la zona, y luego tanto el paciente como el médico deberán emplear gafas de protección. Inmediatamente después, el especialista aplica un gel sobre el área a tratar antes de iniciar el procedimiento. Él mismo programa la máquina según el tipo de grosor y color del pelo y piel. Por último, se procede a realizar los disparos sobre las partes del cuerpo (rostro, axilas, brazos, piernas, tórax, espalda, línea del bikini u otras).

Al finalizar, se recomienda al paciente que no utilice lociones con alcohol que puedan irritar la zona tratada, sino más bien hidratarla regularmente. Igualmente, es necesario el uso de un fotoprotector.