
Britney Spears confesó que su matrimonio con Sam Asghari fue una especie de “falsa distracción” mientras lidiaba con un momento muy doloroso: estar separada de sus hijos, Sean Preston y Jayden James.
En una foto publicada en Instagram, la cantante habló sobre lo difícil que fue no tener contacto con ellos durante tres años.
“Somos personas frágiles y humanas, los años más duros de mi vida fueron esos tres en los que mis dos hijos no estuvieron”, escribió junto a una foto de espaldas sin ropa.

Britney reveló que, en ese tiempo, no podía llamar ni enviar mensajes. “Recuerdo que, en shock, mi secreto para sobrevivir fue la negación y muchas lágrimas… es raro, Sam y yo estábamos casados, pero se sentía como una distracción falsa para ayudarme a sobrellevarlo”, contó.
Spears, de 43 años, aseguró que ahora siente que está en proceso de sanar. “Sé que estoy sanando porque tengo hambre otra vez, como un niño o un bebé… tengo tanta hambre que duele y cuando como, es como si fuera la primera vez en mi vida”, explicó.
Además, mencionó que ha decidido poner límites desde entonces. “Creo que, aunque amaba mi hogar, había demasiado abuso y trauma ahí… hoy agradezco a Jesús por la comida, se siente como decirle NO a otros, adueñarme de mi cuerpo y dejarles saber de verdad de dónde vengo”, afirmó.

Britney terminó su mensaje con un detalle curioso sobre cómo valora ahora lo más simple. “Mi alma nunca había experimentado la comida así en mi vida… es tonto y vergonzoso, pero ahora me voy a comer un helado de galletas y crema… Dios los bendiga a todos”, concluyó.
Spears y Sam Asghari se conocieron en 2016 en el rodaje del videoclip “Slumber Party” y se casaron en junio de 2022 en una boda llena de celebridades.
Sin embargo, en agosto de 2023 él pidió el divorcio alegando “diferencias irreconciliables” y la separación se finalizó en mayo de 2024.

Las batallas personales y la lucha por la libertad de Britney Spears
Britney Spears lidió con intensas batallas personales a lo largo de su vida. Sus relaciones han sido muy mediáticas, especialmente su matrimonio con el bailarín Kevin Federline, con quien tiene dos hijos. La presión de la fama, el divorcio y una batalla por la custodia de sus hijos en 2007 la llevaron a una crisis de salud mental que dio la vuelta al mundo.
Tras esa crisis, un tribunal de California estableció una polémica tutela en 2008, que le dio a su padre, Jamie Spears, control total sobre su vida personal, sus finanzas y su carrera. Aunque la tutela se justificó por su estado de salud, se extendió por 13 años, a pesar de que ella seguía trabajando.
El movimiento #FreeBritney, impulsado por sus fans, cobró fuerza global, lo que finalmente la ayudó a recuperar su libertad. La tutela terminó en noviembre de 2021.
Desde entonces, Britney intenta rehacer su vida. Aunque su relación con sus hijos y su familia sigue siendo tensa, pudo recuperar el control de su vida, compartiendo detalles de su experiencia en un libro llamado “La mujer que soy”.
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