
Siempre hay que quedarse hasta el final de los créditos cuando se trata de una película del universo “El Conjuro”. Y esta vez, con “El Conjuro 4: Últimos Ritos”, no fue la excepción, pues existía ese presentimiento de que nos iban a dejar algo más, y vaya que lo hicieron. Lo que se ve en la escena post-créditos no solo fue un guiño a los fans, sino una especie de cierre simbólico para una de las parejas más emblemáticas del cine de terror moderno: Ed y Lorraine Warren.
Después de más de una década siguiendo sus casos paranormales —inspirados, claro, en los verdaderos investigadores de lo oculto—, “Últimos Ritos” nos deja con una sensación agridulce. Un cierre digno, sin caer en dramatismos forzados. Y lo más interesante es que esa escena final, que muchos podrían haber pasado por alto, tiene un significado mucho más profundo de lo que parece a simple vista. Déjame contarte por qué.

UN HOMENAJE ÍNTIMO A LOS WARREN REALES
La escena post-créditos de “El Conjuro: Últimos Ritos” muestra una imagen muy poderosa: Ed Warren frente al famoso Espejo Conjurador. Lo curioso es que no se trata de una escena ficticia. Son imágenes reales, con ese grano característico de los videos caseros, en donde vemos al verdadero protagonista, como si nos recordara que todo esto nació de hechos reales, o al menos, de historias contadas como reales.
Ese momento no solo funciona como epílogo visual. Es una despedida sincera, casi nostálgica, para los personajes interpretados por Patrick Wilson y Vera Farmiga, quienes durante años lograron darle humanidad y peso emocional a una saga que fácilmente pudo haber caído en clichés. El cine de terror rara vez se da el lujo de cerrar ciclos con esta sensibilidad.
EL ESPEJO CONJURADOR: MÁS QUE UN OBJETO MALDITO
El Espejo Conjurador, para quienes no están tan familiarizados, no es solo un elemento decorativo dentro del universo de “El Conjuro”. Está basado en uno de los casos reales de los Warren y tiene una historia bastante oscura. En “Últimos Ritos”, este objeto adquiere un rol mucho más simbólico: es el catalizador del conflicto y el elemento que enmarca toda la narrativa.
Lo más perturbador es que este objeto aparece ligado al nacimiento de Judy, la hija de los Warren, y también a un intento de posesión hacia ella en la etapa final de la película. En otras palabras, es el primer y último peligro real que enfrentan como familia, lo que convierte dicho artefacto en una especie de “hilo rojo” que conecta el inicio y el final de su historia en la saga.

¿POR QUÉ ESTE FINAL CAMBIA EL SIGNIFICADO DEL TÍTULO DE LA SAGA?
Aquí viene lo interesante: al cerrar con el Espejo Conjurador, “Últimos Ritos” reinterpreta el mismo nombre de la franquicia. “El Conjuro” ya no se siente como un simple título llamativo o una referencia a los rituales que se hacen durante las posesiones. Ahora entendemos que se refiere, en realidad, al espejo en el que todo comenzó.
Es como si el espejo representara esa delgada línea entre el mundo de los vivos y los muertos. Esa frontera que los Warren cruzaron tantas veces, enfrentándose a entidades demoníacas con tal de salvar a otras personas. Entonces, al cerrar la historia con este objeto, la película nos dice que ese “conjuro” no fue solo uno, sino todos. Todos los males, todos los casos, todas las batallas, resumidos en una sola imagen.

UN FINAL FELIZ DENTRO DEL HORROR
Lo más conmovedor es que, a pesar de todo lo oscuro que hemos visto a lo largo de las películas, “Últimos Ritos” nos regala una especie de final feliz. Y eso, en una franquicia como “El Conjuro”, no es poca cosa. En los créditos vemos imágenes reales de Ed y Lorraine Warren, no enfrentándose a demonios, sino simplemente viviendo. En entrevistas, en familia, en momentos cotidianos.
Esto no solo humaniza a los personajes. También le da una dimensión nueva a la saga: ya no es solo sobre horror, sino sobre el amor, la fe y el sacrificio que los Warren —tanto los reales como los ficticios— hicieron por proteger a los demás. Es una despedida que, sin decirlo en voz alta, te deja claro que ya es hora de dejar ir.

¿EL FIN DE LOS WARREN O EL COMIENZO DE ALGO NUEVO?
Aunque esta película cierra el ciclo de los Warren, el universo “El Conjuro” probablemente seguirá expandiéndose. Ya lo vimos con “Annabelle”, “La Monja” y “La Llorona”. Pero sin los Warren, se siente como si se terminara una era. Y honestamente, no me extrañaría que estos personajes sigan vivos en spin-offs, guiños o referencias sutiles en futuras entregas.
Lo importante aquí es que “Últimos Ritos” hace las cosas bien. No explota la nostalgia de manera barata, sino que construye un cierre que se siente honesto y respetuoso, tanto para los fans como para el legado de los verdaderos Warren.
Es raro ver una saga de terror que realmente cierre bien sus historias. Muchas veces, se alargan de forma innecesaria. Pero acá, con esta escena post-créditos, se siente como si nos invitaran a cerrar el libro. A agradecer el viaje. A mirar atrás y entender que lo que empezó como una historia de terror, terminó siendo una historia de amor.

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