
John Eyers, un atleta británico de 42 años que amaba escalar montañas y levantar pesas, falleció hace algunos días por covid-19 tras negarse a recibir la vacuna. A pesar de ser una persona que llevaba un estilo de vida saludable, el deportista fue ingresado a UCI y falleció por un fallo orgánico, cuatro semanas después de que le detectaran coronavirus. Ha sido su hermana gemela, Jenny Mccann, quien compartió mediante las redes sociales detalles del caso para impulsar a la gente a que reciban la vacuna.
“Era la persona más sana y en forma que conozco. Estaba escalando montañas galesas y acampando salvaje cuatro semanas antes de su muerte”, inicia la joven, por medio de un hilo de Twitter que se volvió viral. “La única condición de salud preexistente que tenía era la creencia en su propia inmortalidad. Pensó que si contraía COVID-19 estaría bien, que tendría una enfermedad leve. No quería poner una vacuna en su cuerpo”.
Sin embargo, tras contraer la enfermedad, su estado empeoró, por lo que tuvo que ser intubado. Jenny aseguró que, en la UCI, su hermano confesó a los médicos que le habría gustado escuchar y vacunarse a tiempo.
“Su muerte es una tragedia. No debería haber sucedido. Deja a una madre y un padre, una hermana (yo) y una hija de 19 años”, lamenta su hermana. “Mis dos hijos han perdido a su divertido tío. El tío que siempre jugaba con ellos y se disfrazaba de Papá Noel el día de Navidad. Mi madre ha perdido a su bebé. Mi sobrina, a su muy querido y necesario padre”.
Finalmente, Jenny reveló que fue su madre quien tomó la decisión de hacer público el caso para generar conciencia sobre la vacunación. “Esto no debería haber pasado. Mi mamá quiere que la gente sepa sobre John. Por su historia, por salvar la vida de alguien. Para que el dolor y la pérdida impulsen a las personas a vacunarse”, añadió.
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