
Joe Biden, expresidente de los Estados Unidos, está enfrentando un cáncer de próstata considerado “agresivo”, luego de que los médicos encontraran un “pequeño nódulo” durante un chequeo médico de rutina, informó ABC News. Biden, de 82 años, ya presentaba “síntomas urinarios crecientes”, según informó su oficina.
El cáncer de próstata es uno de los más comunes entre los hombres. Cada año se detectan unos 310.000 casos nuevos en Estados Unidos y, lamentablemente, provoca unas 35.000 muertes, señala la Sociedad Americana del Cáncer.
El Dr. Thomas Jang, jefe de oncología urológica del Instituto del Cáncer de Rutgers y RWJBarnabas Health, dijo en conversación con el New York Post que “el cáncer de próstata es muy tratable cuando se detecta tempramente”.

El doctor también destacó que es importante estar informado, hacerse revisiones rutinarias y mantener un estilo de vida saludable. Esto puede marcar una gran diferencia en la salud de los hombres.
La próstata es una glándula esencial del sistema reproductor masculino, ya que produce el líquido que forma parte del semen y rodea la uretra, el conducto por donde salen la orina y el semen.
Por lo general, los médicos recomiendan que los hombres con riesgo medio comiencen los chequeos a partir de los 55 años; sin embargo, quienes tienen antecedentes familiares de cáncer de próstata deberían empezar antes.

El examen típico incluye un tacto rectal y una prueba de sangre para medir el antígeno prostático específico (PSA).
La Asociación Americana de Urología aconseja no hacer exámenes rutinarios a hombres mayores de 70 años, ya que con la edad la próstata crece de manera natural, lo que puede alterar los niveles de PSA y provocar diagnósticos erróneos.
Entre los síntomas del cáncer de próstata están las dificultades para orinar, necesidad frecuente de ir al baño o un flujo débil. También puede causar ardor al orinar o al eyacular, y en casos más graves, dolor en los huesos si el cáncer se ha extendido. En estadios avanzados, puede afectar la función sexual e incluso causar presencia de sangre en la orina o el semen.

A Biden se le dio una puntuación de Gleason de 9, lo que indica un cáncer formado casi por completo por células muy anormales y agresivas. Esta puntuación, que va de 6 a 10, ayuda a los médicos a entender cuán peligroso es el tumor. Una puntuación de 9 se considera de alto riesgo y normalmente requiere varios tratamientos.
El tratamiento del cáncer de próstata varía según el estado del tumor y la salud del paciente. En casos iniciales, puede bastar con una vigilancia activa. En otros, se recurre a cirugía, radioterapia o terapia hormonal para reducir los niveles de testosterona.
El Dr. Jang concluye: “En la última década se han producido avances tecnológicos significativos en cirugía, radioterapia y tratamientos sistémicos para tratar a los hombres con cáncer de próstata en estadio inicial y avanzado. La detección temprana es la clave para garantizar un resultado favorable”.
Cáncer de próstata: tratamiento
Según la American Cancer Society, el tratamiento del cáncer de próstata varía dependiendo de factores como la etapa del cáncer, su grado, la salud general del paciente y sus preferencias. Las opciones iniciales pueden incluir la vigilancia activa o la espera vigilante, especialmente para cánceres de crecimiento lento y en hombres mayores o con otros problemas de salud. Estas estrategias implican un monitoreo sin tratamiento inmediato, interviniendo solo si el cáncer progresa.
Para cánceres localizados, las opciones de tratamiento primarias a menudo incluyen la cirugía (prostatectomía radical) para extirpar la próstata, y la radioterapia, que utiliza rayos de alta energía para destruir las células cancerosas. En algunos casos, se pueden considerar terapias ablativas como la crioterapia o HIFU, aunque son menos comunes como tratamiento inicial.
Cuando el cáncer de próstata se ha diseminado más allá de la próstata, los tratamientos se centran en controlar el crecimiento del cáncer y aliviar los síntomas. La terapia hormonal es una opción clave, ya que reduce los niveles de testosterona que alimentan las células cancerosas de la próstata. Otros tratamientos para el cáncer avanzado pueden incluir la quimioterapia, la inmunoterapia y las terapias dirigidas, dependiendo de las características específicas del cáncer.