Después de que Netflix, en colaboración con BBC, estrenó “Drácula”, el 4 de enero, la historia del icónico vampiro ha captado la atención de muchos. Y no es para menos, pues tras haber permanecido vivo 123 años, el conde ha vuelto al acecho de nuevas víctimas.
La serie sigue a Drácula desde sus orígenes en Europa del Este hasta sus batallas con los descendientes de Van Helsing y más allá. De acuerdo con la descripción de la plataforma streaming, “la leyenda del conde vampiro se transforma con nuevas historias que deshebran los sangrientos crímenes y sacan a la luz su vulnerabilidad”.
Esta nueva adaptación del clásico de Bram Stoker fue desarrollada por Mark Gatiss y Steven Moffat, y tiene como protagonistas a Claes Bang, Dolly Wells, John Heffernan y Morfydd Clark.
Aunque en ella se narra la vida de este conde, sabes ¿en quién se inspiró la serie? A continuación, te contamos la historia de Vlad Tepes, el príncipe de la vida real en la que se inspiró “Drácula”.
¿QUIÉN FUE VLAD TEPES?
Vlad III, más conocido como Vlad Tepes, fue príncipe de Valaquia entre los años 1456 y 1462. Era considerado uno de los gobernantes más importantes de ese principado rumano de la Europa Oriental; además, de ser uno de los más crueles.
Fue el segundo hijo de Vlad Dracul, quien se convirtió en príncipe de Valaquia en 1436. A la edad de 13 años sufrió una experiencia traumática, algo que formó su sádica personalidad, pues fue entregado, junto a su hermano menor, por su propio padre como rehén a los turcos para demostrar lealtad. Él pensaba que sus hijos iban a ser sacrificados por el bien de la paz cristiana, pero no le importó.
Aunque la vida de ambos estuvo en peligro después de que su progenitor apoyara a Vladislao III Jagellón, rey de Polonia y Hungría, contra los turcos durante la cruzada de Varna en 1444, a ellos no les pasó nada. Durante su cautiverio aprendió las artes de la guerra y cuando se enteró que su padre murió, desertó de las tropas turcas y formó su propio ejército. En 1956 se convirtió en príncipe.
Vlad Tepes comenzó una purga entre los boyardos valacos para fortalecer su posición y entró en conflicto con sus oponentes de los sajones de Transilvania. Para ello, saqueó las aldeas y a los capturados los mando a empalarlos. En 1462, atacó el territorio otomano y masacró a miles de turcos y búlgaros.
La brutal ofensiva turca de 1462 contra los disidentes de Valaquia obligó a Tepes a huir a Hungría, donde pidió asilo. El rey en lugar de darle cobijo, lo encarceló por 12 años. En 1475, pusieron a su disposición una tropa para recuperar Valaquia, y así fue al año siguiente; sin embargo, unas semanas después fue asesinado en una emboscada.
REPUTACIÓN DE SU CRUELDAD
Según una de las historias de Miguel Beheim, un maestro cantor que escribió sobre Vlad, Tepes hizo empalar a dos monjes para ayudarlos a ir al cielo, y también ordenó el empalamiento de su burro porque comenzó a rebuznar después de la muerte de sus amos.
En 1475, Gabriele Rangoni, obispo de Eger, contó que durante su encarcelamiento, Vlad continuó con su crueldad, pues atrapaba ratas para cortarlas en pedazos o pegarlas en pequeños pedazos de madera. incluso se dijo que los guardias le daban palomas y disfrutaba desplumarlas vivas.
Las obras que contienen las historias sobre la crueldad de Vlad fueron publicadas en bajo alemán en el Sacro Imperio Romano Germánico antes de 1480, que se basan en las incursiones de saqueo en Transilvania, por lo que era considerado un psicópata demente, un sádico, un asesino horrible, un masoquista, entre otros calificativos.
Aunque algunas historias pueden haber sido exageradas, se dice que construyó un caldero de cobre con una tapa con agujeros, donde metía la cabeza de quienes serían ejecutados. Ellos eran atados y se ponía a hacer hervir agua hasta que murieran.