HISTORIA VIRAL: una prueba de ADN libera a un hombre encarcelado injustamente durante casi 30 años. (Foto: FOX 11 Los Angeles / YouTube)
HISTORIA VIRAL: una prueba de ADN libera a un hombre encarcelado injustamente durante casi 30 años. (Foto: FOX 11 Los Angeles / YouTube)
Jorge Villanes

La historia de Gerardo Cabanillas es un conmovedor testimonio de la lucha por la justicia y la perseverancia en medio de la adversidad. Durante 28 años, este hombre estuvo tras las rejas en California, Estados Unidos, condenado por varios delitos que no cometió; sin embargo, una investigación reciente reveló de manera irrefutable que era inocente.

“Hoy reconocemos una grave injusticia que ha resultado en el injusto encarcelamiento del Sr. Cabanillas durante más de 28 años”, señaló en un George Gascón, fiscal de distrito del condado de Los Ángeles.

“Tras un reexamen exhaustivo de las pruebas y una revisión exhaustiva del caso por parte de la Unidad de Integridad de Condenas de mi oficina, ha quedado muy claro que se cometió un error grave”, añade el texto. “Extiendo mis más sinceras disculpas al señor Cabanillas por el error judicial y el fracaso de nuestro sistema legal penal”.

Por otra parte, Gascón indicó que era imperativo “reflexionar sobre el caso como un claro recordatorio de que nuestro sistema legal penal no es infalible”. Agregó que “debemos comprometernos colectivamente a hacerlo mejor, a mejorar continuamente nuestros procedimientos y a garantizar que cada persona que ingresa a nuestro sistema legal se le brinda un proceso justo y equitativo”.

El crimen que no cometió y por el que pasó 28 años de su vida en la cárcel

En abril de 1996, Gerardo Cabanillas fue condenado injustamente por secuestro, robo y agresión sexual a una pareja que estaba en su automóvil en la ciudad de South Gate.

El sujeto, que por aquel entonces tenía 18 años, fue detenido días después porque supuestamente se parecía a uno de los sospechosos que cometieron el crimen, informó .

Cabanillas fue condenado y pasó 28 años de prisión tras confesar ser uno de los dos hombres armados que se acercaron a la pareja, obligaron al conductor a salir y llevar a la mujer a una casa abandonada, donde fue violada.

Las víctimas del ataque identificaron a Cabanillas en una serie de fotografías, pero expresaron sus dudas ante el tribunal y dijeron que fueron presionados para identificarlo según el Proyecto Inocencia de California de la Facultad de Derecho del Oeste de California, que representó a Cabanillas.

Las pruebas de ADN realizadas en el kit de violación mostraron que otras dos personas cometieron la agresión, agregó la mencionada institución. Ningún otro sospechoso fue arrestado, a pesar de que una persona confesó haber estado involucrada en el hecho.

“Las confesiones falsas son una de las principales causas de condenas injustas en Estados Unidos”, dijo la directora interina del Proyeco, Alissa Bjerkhoel. “La policía puede mentir a los sospechosos, incluidas promesas de indulgencia si la persona confiesa. Eso es exactamente lo que pasó aquí y, si no fuera por las pruebas de ADN, Gerardo habría pasado el resto de su vida en prisión”.

“Estamos emocionados por Gerardo y su familia de que, la verdad finalmente lo haya liberado”, añadió.

Cabanillas había recibido una pena de 15 años a cadena perpetua, además de una pena fija de 72 años y cuatro meses. A través de Bjerkhoel, se presentó un reclamo a la Unidad de Integridad de Condenas solicitando que el caso fuera revisado en busca de pruebas fácticas.

La fiscalía examinó las pruebas del juicio, así como los nuevos datos, que arrojaron dudas sobre la condena en cuestión.

Fue así como la Unidad de Integridad de Condenas solicitó al juez William C. Ryan que anulara la condena, declarara inocente a Cabanillas y lo liberara de inmediato.

¿Por qué un inocente va a prisión?

Una persona puede ser condenada e ir a prisión a pesar de ser inocente debido a errores judiciales, confesiones forzadas, evidencia errónea o insuficiente, prejuicios y discriminación, testigos poco confiables, falta de recursos legales adecuados, presión para resolver casos rápidamente y, en casos raros, corrupción policial o judicial.

Para abordar estos problemas y reducir las condenas erróneas, se han implementado reformas en el sistema de justicia penal, como la mejora de las pruebas forenses, la grabación de interrogatorios y la revisión de condenas anteriores a través de pruebas de ADN. Sin embargo, es un desafío constante garantizar que el sistema de justicia funcione de manera justa y precisa.

SOBRE EL AUTOR

Licenciado en periodismo en la Universidad de San Martín de Porres. Cuatro años de experiencia generando contenido de actualidad, cultural y tendencias para medios de comunicación de alcance masivo. Actualmente se desempeña como redactor en el Núcleo de Audiencias del Grupo El Comercio.

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