Ashly Hinojos, de 32 años, es una ingeniera mecánica con más de 7 años de carrera y oriunda de Chihuahua, México, que trabaja en Alaska, donde sobresale en la industria petrolera. Ella trabaja 28 días y luego descansa la misma cantidad. Esta es su increíble historia.
De acuerdo a un video publicado en YouTube por Noticias Telemundo, Ashly está por tercera vez en Alaska; sin embargo, este es el primer diciembre que pasa ahí. “Es un mes donde no sale el sol. Entonces, entras a la aplicación del clima del celular y te dice ‘hoy no hay amanecer ni atardecer’. Al principio no te das cuenta, pero después ya empieza a pesar”, recalcó, en diálogo con la citada fuente, la mujer que labora en un pozo ubicado en Deadhorse, un complejo industrial muy cerca del océano Ártico.
En el mencionado lugar solo hay campamentos y hoteles para trabajadores. En este momento, las temperaturas rondan los 0 grados Fahrenheit, pero pueden descender hasta los -25 grados en enero y febrero. A raíz de ello, Ashly ha tenido que pasar por un proceso de adaptación.
La importancia de mantenerse hidratada
“Es aprender a vestirte de cierta manera con muchas capas, ropas con materiales especiales y aparte es muy importante tener cuidado del frío extremo. Alguna caída o algo y no te ven, entonces, puedes sufrir quemaduras por el frío muy rápidamente. También esa parte de mantenerte hidratado es muy importante porque igual aquí como estamos trabajando no te das cuenta que te estás deshidratando, entonces en vez de que te de mucha sed te empiezan a dar calambres”, recalcó.
“Una experiencia muy padre”
Pero eso no es todo. “Hay que levantarse una hora antes para prender el carro y que se empiece a descongelar todo. Hay que tener muchísimo cuidado de no resbalarte en el hielo. Te tienes que poner cadenas en las botas. Entonces, todos esos pequeños detalles hacen una experiencia muy padre”, agregó la mujer que asegura que vivir en Alaska es una experiencia desafiante. Ahí ha podido mirar auroras boreales, encontrarse con zorros y caribúes, pero por el momento no ha visto osos polares.
Cabe mencionar que donde labora, Ashly es la única mujer. Ella afrontó el reto de ganarse el respeto de sus colegas. Según contó, tuvo que trabajar el doble para que le crean que sabe lo que hace. “A veces tengo que trabajar con herramientas que están de mi tamaño o más grandes y pesadas, entonces vas agarrando como experiencia, maña, de cómo trabajar con esas herramientas. No con los músculos, sino con el cerebro. Cómo poder hacer algo sin tener que pedir ayuda de una manera más inteligente”, precisó.
Si bien no tiene problemas con sus compañeros de trabajo, no dudó en señalar que le encanta trabajar con mujeres. Y es que considera que ellas son más ordenadas y limpias que los hombres. Cuando acaben sus 28 días en el complejo industrial, ella regresará a Chihuahua, donde podrá estar nuevamente con sus seres queridos, pero también será capaz de darle tiempo a su proyecto SILICE, una recicladora de vidrio.
Si disfrutaste la historia de hoy y deseas leer más contenidos como este, te invito cordialmente a visitar MAG con frecuencia. Mantente atento a mis actualizaciones y nuevas publicaciones, y no dudes en compartir tus logros y experiencias conmigo. Tu participación es lo que hace que nuestra comunidad sea especial, y espero seguir sorprendiéndote con artículos interesantes.
Periodista. Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de San Martín de Porres. Redactor Real Time del Núcleo de Audiencias en secciones web especializadas en México y Estados Unidos dentro del Grupo El Comercio.