Matías Bergalli es un hombre argentino de 39 años que, antes de la pandemia, trabajaba como mozo en un conocido hotel de Buenos Aires; sin embargo, su vida cambió drásticamente tras ser diagnosticado con covid-19, por lo que inició una demanda contra China buscando que “se hagan cargo” por los daños que le causaron.
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Tras contraer la enfermedad, Bergalli, quien mantiene a su familia conformada por cuatro hijos y su mujer, tuvo que dejar de trabajar durante más de un mes. A esto se le sumó el cierre del hotel donde trabajaba, debido a las normas adoptadas por el gobierno local.
“Tardaron cuatro días en confirmarme que tenía el virus. Nadie me hizo ningún seguimiento telefónico y llegué a saturar por debajo del 80 %. Estaba para internarme, pero nadie me asistió. De todas maneras, yo prefería morirme en mi casa, llegado el momento, antes que terminar mi vida solo en un hospital”, dijo Bergalli en conversación con Infobae.
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El problema no solo era su salud, sino también las deudas que no dejaban de acumularse con el pasar de los días. Afortunadamente, pudo recuperarse y empezó a trabajar como conductor de Uber para sacar adelante a su familia.
Durante una de sus jornadas, conoció a Patricio Poplavsky, CEO y fundador de Poplavsky International Law Offices, una firma de abogados que se especializa en ramas de derecho internacional y que actualmente representa alrededor de 3 mil personas que sienten que el covid-19 les afectó seriamente en su vida y sus finanzas.
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Matías le contó su historia a Poplavsky y este se ofreció de inmediato a representarlo.
Fue así como el hombre entabló una demanda por 200 mil dólares contra el Gobierno de la República Popular China y la Organización Mundial de la Salud (OMS) argumentando una “violación a los derechos humanos” y “daños materiales y morales”.
Cabre agregar que el proceso podría empezar a arrojar resultados recién en cinco años. Asimismo, los involucrados esperan que la indemnización no baje de la cifra que pidieron inicialmente.
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