El Dr. Joseph Salhab, gastroenterólogo de Florida, Estados Unidos, ha revelado sus seis alimentos favoritos para mantener un hígado sano. Con más de 1,8 millones de seguidores en TikTok, el especialista recomienda una dieta rica en alimentos integrales, grasas saludables y antioxidantes para proteger este órgano vital.
La enfermedad del hígado graso no alcohólico es una condición cada vez más común, caracterizada por la acumulación excesiva de grasa en el hígado. Aunque la obesidad es el principal factor de riesgo, otros factores como la diabetes tipo 2, la hipertensión y el colesterol alto también pueden contribuir a su desarrollo.
Según el Dr. Salhab, una dieta que incluya los siguientes alimentos es fundamental para prevenir la enfermedad del hígado graso.
Los mejores alimentos para prevenir la enfermedad del hígado graso
Entre los alimentos clave que recomienda el profesional se encuentran los aguacates, ricos en grasas saludables y antioxidantes.
El aceite de oliva, también es esencial para una buena salud hepática. Por otra parte, el pescado azul, como el salmón y el arenque, es una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, que tienen propiedades antiinflamatorias y protegen el corazón.
Los frutos secos, como las nueces y las almendras, son otra opción saludable, ya que proporcionan grasas saludables, proteínas y vitaminas.
El té verde y el café, gracias a sus propiedades antioxidantes, también pueden contribuir a la salud del hígado.
Cabe agregar que una dieta saludable es solo una parte del plan para mantener un hígado sano. Es importante combinar una alimentación equilibrada con un estilo de vida activo y la atención médica regular.
Si tienes alguna molestia o preocupación sobre tu salud hepática, consulta a tu médico.
Aquí tienes algunos consejos adicionales para llevar una vida sana:
- Alimentación equilibrada: Prioriza frutas, verduras, granos integrales y proteínas magras. Limita el consumo de azúcares añadidos, grasas saturadas y alimentos procesados.
- Actividad física regular: Dedica al menos 30 minutos diarios a realizar ejercicio moderado, como caminar, correr o nadar.
- Descanso adecuado: Duerme entre 7 y 9 horas diarias para permitir que tu cuerpo se recupere.
- Gestión del estrés: Practica técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda.
- Hidratación: Bebe suficiente agua a lo largo del día.
- Exámenes médicos regulares: Visita a tu médico para chequeos y vacunas.
- Evita hábitos dañinos: Limita el consumo de alcohol y tabaco.