No hay nada más triste que aplicar eutanasia a un perro que le queda muy poco tiempo de vida, principalmente por complicaciones asociadas a su salud. Sin embargo, ¿te imaginas que esta mascota por la que lloraste tanto en realidad nunca fue sacrificada y se encuentra en adopción nuevamente? Aunque parezca increíble, eso fue lo que le sucedió hace poco a una mujer de Maryland, Estados Unidos. Además de exigir respuestas, emprendió una lucha para reencontrarse nuevamente con el can al que creyó muerto.
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En diciembre del 2022, Kristie Pereira adoptó a un cachorro de una institución y rápidamente se convirtió en su fiel amigo. Lo llamó Beau y no hubo día en que disfrutara de las ocurrencias de la mascota en su casa de Maryland. Dos meses después, sin embargo, se percató de que Beau actuaba distinto, por lo que decidió llevarlo a una clínica veterinaria.
Luego de examinar al perro, los médicos le indicaron a Kristie que este padecía de una afección neurológica. Si no mejoraba con los medicamentos que le recetarron, lo mejor era trasladarlo a urgencias.
Perro era “tratable y adoptable”
Beau no mejoró y Pereira llevó al perro a urgencias. Tras unas evaluaciones, los médicos constataron que tenía un problema grave. Debido a que algunas pruebas eran muy costosas y no aseguraban una buena calidad de vida, los médicos le recomendaron a la dueña que aprobara la eutanasia.
Aunque fue una decisión difícil, Pereira dio su consentimiento y, tras entregarle la veterinaria una carta, llevó a Beau a Servicios para Animales del Condado de Montgomery para que pueda ser sacrificado.
Según precisa FOX 26, la política es esta organización es que los propietarios “no estén presentes en la habitación durante la eutanasia”, por lo que la mujer se retiró resignada y con un profundo dolor a su casa.
Un año después de este hecho, Pereira vio en Facebook una publicación de la institución a la que acudió para adoptar a Beau cuando era cachorro que compartió una foto del can. La mascota no solo está viva, sino que nuevamente se encuentra en proceso de adopción.
¿Qué fue lo que realmente pasó? Según el condado de Montgomery, en el formulario que llenó Pereira no solo figuraba la solicitud de eutanasia humanitaria, sino que establece que la mascota también puede ser “tratable y adoptable”.
De esta manera, los especialistas consideraron que no correspondía aplicar eutanasia a Beau, debido a que solo tenía un problema hepático, y ahora se encuentra en su institución de origen.
Pese a que Pereira reveló interés en recuperar a su perro, la política de la organización es no devolver los perros entregados a sus antiguos dueños.
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