
Si alguna vez has abierto tu lavadora y sentiste un olor a moho, o incluso te has enfermado después de lavar la ropa, la causa podría estar en si dejas la puerta abierta o cerrada tras cada uso. El médico de Virginia, Jason Singh, advierte que la lavadora puede ser un foco de moho si no se ventila correctamente.
En un video compartido en TikTok, el profesional pregunta a sus seguidores cuántos dejan la puerta abierta durante varias horas o incluso días después de lavar la ropa, incluyendo el dispensador de jabón.
Según Singh, si la puerta se mantiene cerrada, la humedad en el interior, que puede alcanzar entre el 80% y el 100%, crea un ambiente ideal para que crezcan esporas de moho. Esto puede generar colonias que desencadenen alergias, problemas respiratorios e incluso exposición a micotoxinas.

El moho suele acumularse en la junta de goma de la puerta, en el dispensador de detergente y en pequeñas grietas donde el agua se estanca y la ventilación es escasa. Para evitarlo, lo mejor es dejar la puerta abierta después de cada uso.
“Esto permite que la humedad se evapore, aumenta el flujo de aire y dificulta el crecimiento de hongos”, explica el médico. Recomienda mantener la puerta entreabierta al menos dos o tres horas después de cada ciclo, aunque lo ideal es dejarla abierta hasta la siguiente carga.
Además de causar malos olores y dañar la ropa, el moho puede afectar la salud. Sus esporas pueden adherirse a la piel y provocar síntomas como tos, goteo nasal, picazón en los ojos y erupciones cutáneas. En algunos casos, dependiendo del tipo de moho presente, pueden aparecer problemas más graves, como infecciones pulmonares, según House Digest.

Para evitar estos riesgos, un artículo de Apartment Therapy recomienda limpiar regularmente la lavadora con agua caliente y lejía, prestando especial atención a las gomas y al cajón del detergente. Una vez limpia, es importante mantener la costumbre de dejar la puerta abierta cuando no esté en uso.
Cómo alargar la vida útil de una lavadora
Según TCL, es fundamental realizar un mantenimiento regular para prolongar la vida útil de una lavadora. Limpia periódicamente el dispensador de detergente y las gomas de la puerta con un paño húmedo y vinagre blanco para eliminar la acumulación de residuos y prevenir la formación de moho. Además, verifica y limpia los filtros de la lavadora de manera regular.
Asegúrate de cargar correctamente tu lavadora. Evita sobrecargarla o cargarla con prendas demasiado pesadas, ya que esto puede desequilibrar el tambor y dañar los componentes internos. También es importante nivelar la lavadora sobre una superficie firme y plana para evitar vibraciones excesivas.

Por último, utiliza los detergentes adecuados y en las cantidades recomendadas. Un exceso de detergente puede generar espuma excesiva y afectar el rendimiento de la lavadora.