
Cada año, muchas personas recurren a la cirugía plástica para cambiar su apariencia. Algunas buscan reducir sus tallas, otras reducir su nariz e incluso hay quienes desean parecerse a su celebridad favorita; sin embargo, no todas son candidatas ideales para este tipo de procedimientos.
El Dr. Charles Lee, un destacado cirujano plástico certificado de Beverly Hills, advierte que ciertas personas deben evitar las cirugías estéticas. Entre ellas, menciona a quienes padecen problemas de salud como enfermedades cardíacas o diabetes, así como a quienes han tenido complicaciones quirúrgicas previas.
El experto también destacó otro grupo que, aunque suele pasar desapercibido, enfrenta riesgos importantes: las personas con trastorno dismórfico corporal (TDC).

Este trastorno mental hace que quienes lo padecen se obsesionen con supuestos defectos en su apariencia, los cuales suelen ser mínimos o inexistentes. A diferencia de la insatisfacción normal con la imagen personal, el TDC puede generar ansiedad, vergüenza y un deseo constante de ocultar o modificar el cuerpo.
Según el medio Daily Mail, la Alianza Nacional de Trastornos Alimentarios, casi el 2% de los estadounidenses fueron diagnosticados con esta condición en 2024.
Aunque muchas personas con TDC ven la cirugía plástica como una solución a su problema, el Dr. Lee advirtió en TikTok que la operación no resolverá la verdadera causa de su malestar.
“Si alguien mira una parte perfectamente normal de su cuerpo y ve un gran problema, la cirugía no le dará la solución que realmente necesita”, explicó. Por eso, los médicos recomiendan que estas personas busquen ayuda en profesionales de salud mental antes de considerar una intervención estética.

Además, el cirujano señaló que quienes son perfeccionistas o muy exigentes con su imagen tampoco deberían someterse a estos procedimientos. La cirugía no es una ciencia exacta, y siempre habrá pequeñas asimetrías o imperfecciones. Esto puede generar frustración en pacientes con expectativas poco realistas, especialmente en operaciones detalladas como la rinoplastia o la cirugía de párpados.
“Si no puedes aceptar diferencias de unos milímetros, la cirugía plástica no es para ti”, advirtió el especialista.
Otro grupo que debería pensarlo dos veces antes de operarse son las personas con trastornos de coagulación. Según el médico, aproximadamente una de cada diez personas tiene tendencia a sangrar en exceso, lo que puede ser peligroso en una intervención. Condiciones como la hemofilia o la enfermedad de Von Willebrand pueden dificultar la cicatrización y aumentar los riesgos.

Por último, el consumo de tabaco y alcohol también puede ser un problema. El cirujano explicó que la nicotina, el monóxido de carbono y otras sustancias del cigarrillo dificultan la llegada de oxígeno a los tejidos, lo que puede causar mala cicatrización o incluso necrosis (muerte del tejido).
El alcohol, por su parte, puede diluir la sangre y prolongar la inflamación, afectando los resultados. Por ello, antes de una cirugía plástica, es fundamental evaluar todos estos factores y asegurarse de ser un candidato adecuado.