Las redadas migratorias del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) están dejando cada vez más historias de separación y dolor en familias mixtas de Estados Unidos. Una de ellas es la de Morgan y Ribvar Karimi, una pareja que jamás imaginó que un videojuego los uniría y que el sistema migratorio los separaría.
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Todo comenzó en 2019, cuando Morgan, originaria de Alabama, y Ribvar, ciudadano iraní, se conocieron mientras jugaban en línea el popular videojuego “Call of Duty”.
Lo que empezó como una partida amistosa terminó en una conexión profunda que los llevó a conocerse en persona en 2020 y a construir una vida juntos.
En octubre de 2023, él logró ingresar legalmente al país con una visa K-1 para prometidos. Se casaron dentro del plazo legal de 90 días y, poco después, comenzaron a esperar a su primer hijo.
El ICE ha intensificado las redadas y detenciones en todo Estados Unidos. | Crédito: ICE en Español / Facebook
Pero a solo siete semanas de dar a luz, Morgan recibió el golpe más duro: agentes del ICE detuvieron a Ribvar. Desde entonces, su vida se ha convertido en una cuenta regresiva entre la esperanza y la angustia.
“Él vino con una visa de prometido K-1, nos casamos dentro del plazo, seguimos todas las reglas… Ahora estamos obligados a contratar a un abogado de inmigración que es demasiado costoso”, lamentó Morgan en declaraciones a Newsweek.
La versión del ICE
Según las autoridades migratorias, Ribvar fue detenido en junio porque nunca cambió oficialmente su estatus migratorio tras casarse, lo que lo dejó en una situación irregular. Además, indicaron que el día de su arresto portaba una credencial del Ejército de la República Islámica de Irán, lo cual encendió alertas.
La actuación de ICE ha generado temor e incertidumbre entre familias inmigrantes. | Crédito: AFP
Sin embargo, Morgan sostiene que esa información ya había sido revelada por su esposo al momento de solicitar la visa K-1 y que la aprobación del visado demuestra que cumplió con todos los requisitos. Para ella, el arresto no tiene sentido, y menos en un momento tan crucial: el nacimiento de su hijo.
Una familia al borde de la separación
Mientras Ribvar permanece bajo custodia esperando una posible deportación, Morgan continúa su embarazo sola, aferrándose a la esperanza de que el reencuentro ocurra antes del parto. “Solo quiero que esté presente cuando nazca su hijo”, ha dicho entre lágrimas.
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