A pesar de no tener antecedentes familiares, no fumar y hacer ejercicio, Rory Kennedy fue diagnosticado con cáncer de colon. (Foto referencial: ARMMY PICCA / iStock)
A pesar de no tener antecedentes familiares, no fumar y hacer ejercicio, Rory Kennedy fue diagnosticado con cáncer de colon. (Foto referencial: ARMMY PICCA / iStock)
A pesar de no tener antecedentes familiares, no fumar y hacer ejercicio, Rory Kennedy fue diagnosticado con cáncer de colon. (Foto referencial: ARMMY PICCA / iStock)
Jorge Villanes

Rory Kennedy, de 36 años, siempre pensó que llevaba un estilo de vida saludable. No tenía antecedentes familiares de cáncer, no fumaba ni bebía, hacía ejercicio regularmente y cuidaba su alimentación. Por eso, cuando en septiembre de 2024 le dijeron que tenía en estadio 3C, quedó en shock.

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“No tengo ni una sola marca de cáncer de colon”, dijo el estadounidense en conversación con el . “No hay causa raíz. Dijeron que simplemente pasó algo en tu cuerpo, que algo mutó”.

Los primeros signos aparecieron en 2022, cuando durante una semana tuvo heces negras y alquitranadas. Fue a una clínica de urgencias, donde le dijeron que podía tratarse de una úlcera o una bacteria. Le recetaron medicamentos y lo enviaron a casa.

“Tomé los fármacos y los síntomas parecieron aliviarse durante el mes siguiente”, recordó. “Así que no le di importancia. Seguí con mi vida. Todo iba bien”.

En junio de 2024, Rory notó sangre tras ir al baño y decidió consultar a un especialista. También sufría dolores de estómago intermitentes, lo que le preocupó aún más.

Ahora, David se dedica a generar conciencia sobre la importancia de someterse a pruebas de detección de cáncer. (Foto referencial: Freepik)
Ahora, David se dedica a generar conciencia sobre la importancia de someterse a pruebas de detección de cáncer. (Foto referencial: Freepik)

“Me dijo enseguida que si entonces tenía heces negras y alquitranadas, debería haberme hecho una colonoscopia y una endoscopia inmediatamente”, explicó.

Tras realizarle los estudios, recibió una noticia que nadie quiere oír: “Tienes una masa en el colon”. Fue entonces cuando entendió la gravedad. “Me quedé sorprendido. No tenía ni idea. Supuse que solo tenía un pólipo que sangraba o una lesión”, recordó.

La cirugía fue intensa. Le extirparon 25 centímetros de colon, parte del intestino delgado, el apéndice y 45 ganglios linfáticos. De esos, ocho presentaban cáncer. Así llegó el diagnóstico: estadio 3C.

“Hay letras involucradas porque supongo que cada paso es un poco peor. Así que como 3A no es tan malo como 3B, que no es tan malo como 3C. 3C es la última letra de la etapa 3”, explicó. “Así que estoy básicamente a muy poco de la etapa 4”.

La noticia lo afectó profundamente. “Desde el momento en que me enteré [del diagnóstico] hasta un mes después, te encuentras en un estado de ánimo terrible”, contó. “Tengo esposa, tengo un hijo recién nacido que acaba de cumplir un año el día que me operaban”.

Tras recuperarse, el hombre destaca la importancia de someterse a colonoscopias y otras pruebas de detección de cáncer. (Foto referencial: Freepik)
Tras recuperarse, el hombre destaca la importancia de someterse a colonoscopias y otras pruebas de detección de cáncer. (Foto referencial: Freepik)

Comenzó la quimioterapia y los efectos fueron duros: náuseas, insomnio, debilidad del sistema inmunitario y una condición dolorosa conocida como “boca de quimio”.

“¿Te has quemado alguna vez con una pizza? Imagínate esa sensación por todas partes: en la boca, en las encías y en la garganta”, describió.

Pero para él, lo más difícil no es lo físico, sino la incertidumbre. “La parte mental es sin duda la peor, porque la física se cura con el tiempo”, aseguró. “Se te pasan por la cabeza todas las situaciones posibles. Dios mío, no voy a ver a mi hijo ir a la guardería… ¿Tengo que hacer testamento?”.

En los días más oscuros, su esposa, su fe y grupos de apoyo en Facebook fueron su refugio. “Soy cristiano y diría que me ha hecho un cristiano aún más fuerte”, confesó. Incluso, en medio del dolor, encontró algo positivo: “He estado más presente en el momento, porque no sé cuántos buenos momentos voy a tener”.

Hoy, Rory está terminando su tratamiento. Si las pruebas salen bien, estará en remisión, aunque tendrá un 40%-50% de riesgo de que el cáncer vuelva. Si logra estar libre de la enfermedad durante cinco años, será dado de alta, aunque el riesgo de recurrencia se mantendrá en un 10%. Su mayor arrepentimiento: no haberse hecho una colonoscopia a tiempo.

A pesar de su complicada experiencia, David está libre de cáncer y tiene un excelente pronóstico. (Foto referencial: Freepik)
A pesar de su complicada experiencia, David está libre de cáncer y tiene un excelente pronóstico. (Foto referencial: Freepik)

“A veces me pregunto: cuando tenía las heces negras alquitranadas, ojalá el médico me hubiera dicho entonces: ‘Oye, te mando a un gastroenterólogo’”, se lamentó.

Ahora, comparte su historia para motivar a otros a hacerse ese examen, destacando que es rápido y puede salvar vidas.

“No recomiendo en absoluto el cáncer, no es nada divertido. Preferiría hacerme 30 colonoscopias seguidas que pasar por la maldita quimio”, concluyó.

Síntomas más comunes del cáncer de colon

Según Mayo Clinic, los síntomas más comunes del cáncer de colon incluyen un cambio persistente en los hábitos intestinales (diarrea o estreñimiento), sangrado rectal o sangre en las heces, molestias abdominales continuas (calambres, gases o dolor), sensación de no vaciar completamente el intestino, y debilidad o cansancio.

El cáncer de colon se diagnostica principalmente mediante colonoscopia (visualización del colon y biopsia de áreas sospechosas) y análisis de heces (detección de sangre o ADN anormal). También se utilizan exámenes físicos, análisis de sangre (para marcadores tumorales) y estudios por imágenes (TC, RM) para evaluar la extensión de la enfermedad.

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