El vínculo entre una madre y su hijo es a menudo uno de los más profundos y duraderos que podemos experimentar. La historia de Jake Bley y su madre, Nikki Bley, no es una excepción. Nikki, quien falleció tras una valiente batalla contra la leucemia, dejó tras de sí un legado emocional que Jake decidió honrar de una manera muy especial, años después de su partida.
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El legado de Nikki: una caja de recuerdos
Cuando Nikki Bley falleció, dejó a Jake y a sus hermanos un legado tangible: una caja de recuerdos para cada uno. Jake, en ese momento, tenía solo 24 años. La caja contenía recuerdos preciosos, entre los cuales se encontraban aproximadamente 20 de los diarios manuscritos de su madre, escritos a lo largo de su vida. Sin embargo, Jake no abrió estos tesoros de inmediato. Fue solo una década después de la muerte de su madre que decidió explorar el contenido de esa caja.
“Me di tiempo para procesar mucho de lo que había sucedido” compartió Jake en una entrevista con Good Morning America. Al abrir la caja, Jake se encontró con una serie de diarios que documentaban la vida de su madre. Entre ellos, había un diario del año en que él nació. Al revisar ese diario, Jake encontró una nota escrita por su madre que decía: “Only a little fellow”. (“Solo un pequeño compañero”).
Un homenaje a través del tatuaje
La nota de su madre, escrita en el día de su nacimiento, tocó profundamente a Jake. La idea de tatuarse esa nota no solo era un acto de recuerdo, sino también una manera de llevar consigo las palabras de su madre. “Tomé el día libre del trabajo y sabía exactamente lo que iba a hacer”, recordó Jake. “Decidí tatuarme lo que mi madre había escrito en su diario porque pensé que era su primer pensamiento sobre mí y era un regalo que ella me dejó.”
Jake documentó todo el proceso de su tatuaje y lo compartió en sus plataformas de redes sociales, incluyendo X (anteriormente conocido como Twitter). En su publicación del 26 de junio, Jake escribió: “Hoy se cumplen 10 años desde que mi madre falleció de leucemia. Como regalo de despedida, nos dejó a cada uno de sus hijos un presente. El mío fue sus diarios, escritos a mano desde que era una niña. Esto es lo que escribió la noche en que nací. Ahora es mi primer tatuaje.”
El impacto y la reacción
La publicación de Jake rápidamente se volvió viral, alcanzando más de 7,8 millones de vistas y acumulando miles de me gusta. La respuesta fue abrumadoramente positiva, con muchas personas contactándolo para compartir sus propias experiencias con el duelo y la pérdida. Para Jake, abrirse a los demás sobre su experiencia se ha convertido en una parte esencial de su proceso de curación.
“La respuesta fue abrumadora de manera positiva”, comentó Jake. “Tuve muchas personas que me contactaron para hablar sobre sus propias experiencias con el duelo.”
Además del tatuaje, Jake también compartió la mejor pieza de consejo que recibió de su madre. Nikki le enseñó la diferencia entre ser amable y ser simplemente agradable. Según Jake, “Ella era una persona muy empática. Sentía mucho. Me dijo que hay una diferencia entre ser amable y ser agradable. Ser agradable tiene decoraciones, ser amable es más profundo.”
Esta sabiduría continúa guiando a Jake, quien siente que su madre estaría orgullosa de él no solo por sus logros personales, sino también por cómo ha utilizado su voz para ayudar a otros. “Ella es como yo. Le encantaba charlar y realmente creo que estaría orgullosa de mí, no solo por mis logros personales, sino por cuánto he crecido como persona y cómo ayudo a las personas lo mejor que puedo”, agregó Jake.
Periodista. Estudió Comunicación en la Universidad de Lima. Diez años de experiencia en medios digitales. Actualmente se desempeña como redactor del Núcleo de Audiencias de El Comercio.