Un joven de 23 años se sintió frustrado con su pequeño bebé de dos meses por no permitirle jugar PlayStation. La historia es lamentable. (Foto: Pixabay)
Un joven de 23 años se sintió frustrado con su pequeño bebé de dos meses por no permitirle jugar PlayStation. La historia es lamentable. (Foto: Pixabay)
Redacción Mag

Los obsesionados por los videojuegos pueden presentar comportamientos violentos si son ‘irrumpidos’ durante sus actividades. El caso que nos reúne hoy da cuenta del asesinato de un bebé. El hecho ocurrió en Australia, donde un joven de 23 años fue condenado por parricida porque su pequeño hijo no lo dejaba jugar .

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Su nombre es Joseph William McDonald, quien se autodeclaró culpable de este horrendo hecho en la Corte Suprema de Victoria, en Australia el pasado viernes 11 de diciembre. Lucas, quien era su bebé de dos meses, no pudo ser revivido luego de sufrir una grave lesión en la cabeza en el interior de su casa de Benalla, en el noreste de Victoria.

El padre indicó que se sintió frustrado y arremetió contra el niño mientras jugaba . Ante el hecho, el homicida también dejó un mensaje a su pareja Samantha Duckmanton, pidiendo perdón por ser el “peor padre” y el “peor socio”, según informó .

Con el transcurrir de los días, el bebé comenzó a presentar comportamientos extraños y la madre lo llevó al hospital para ser revisado por un médico. Los exámenes arrojaron que el pequeño tenía un sangrado cerebral, la cual causó su muerte.

Además:

El personal médico indicó que la lesión sufrida en el cráneo no parecía ser fruto de algún , sino de un golpe provocado por alguien. De esta manera, Samantha con total indignación y molestia, confrontó a su pareja y éste confesó que había “presionado la cabeza del bebé con demasiada fuerza”.

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