
En el Reino Unido, las normas sobre aditivos alimentarios son mucho más estrictas que en Estados Unidos. La razón es que los británicos siguen un enfoque que solo aprueba sustancias cuando se demuestra que son seguras, mientras que se prohíben aquellas que representen riesgos.
En cambio, en Estados Unidos el sistema es más permisivo. Los aditivos pueden usarse mientras no existan pruebas suficientes de que resultan dañinos, lo que genera críticas de expertos en salud y defensores del consumidor.
Según el New York Post, el secretario de Salud y Servicios Humanos, Robert F. Kennedy Jr., defiende desde hace varios años la necesidad de actualizar estas regulaciones.

Recientemente, anunció un plan para eliminar gradualmente ocho colorantes derivados del petróleo en los alimentos, aunque aclaró que hay otros ingredientes que también generan preocupación.
Un vocero de HHS evitó dar detalles sobre cambios futuros y señaló: “El secretario Kennedy sigue firmemente comprometido a cumplir con la promesa del presidente Trump de hacer que Estados Unidos vuelva a ser saludable, examinando y abordando las causas fundamentales de la epidemia de enfermedades crónicas”.

A continuación, los tres ingredientes que siguen permitidos en Estados Unidos, pero que el Reino Unido prohibió.
- Bromato de potasio
Se trata de un polvo sintético usado en panadería industrial para reforzar el gluten y obtener masas más esponjosas y blancas. El Reino Unido lo prohibió en 1990 al vincularlo con casos de cáncer en animales de laboratorio.
En EE. UU. todavía se permite en ciertos límites, aunque la FDA lo está revisando. En 2023, California se convirtió en el primer estado en prohibirlo, con una ley que entrará en vigor en 2027.
- Azodicarbonamida
Conocida como la “química de las colchonetas de yoga”, mejora la textura del pan y blanquea la harina, además de usarse en plásticos espumosos como los de suelas de zapatos o tapetes.
Investigaciones advierten que su inhalación repetida puede provocar asma y sus subproductos químicos han generado sospechas de cáncer. La FDA aún lo permite con restricciones, pero el Reino Unido lo tiene totalmente prohibido.

- Hidrocarburos de aceites minerales
Este año, la marca Jolly Rancher fue criticada en el Reino Unido después de detectarse hidrocarburos aromáticos (MOAH) y saturados (MOSH) en algunos caramelos.
Estas sustancias, derivadas del petróleo, pueden llegar a los alimentos desde envases contaminados o en el proceso de producción.
Según la Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido, “el MOAH puede dañar el ADN y tiene el potencial de aumentar el riesgo de cáncer, especialmente si se consume en grandes cantidades durante un período prolongado”.
En EE. UU., en cambio, no existen límites regulatorios específicos para estos compuestos.
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