
Las naves Voyager de la NASA siguen su largo viaje interespacial; sin embargo, para continuar su recorrido cósmico, los científicos de la agencia espacial estadounidense han tenido que tomar una drástica decisión. El 25 de febrero pasado los ingenieros del Jet Propulsion Laboratory (JPL) apagaron el experimento del subsistema de rayos cósmico a bordo de la Voyager 1 y el 24 de marzo apagarán el instrumento de partículas cargadas de baja energía de la Voyager 2.
La NASA explicó que tres instrumentos científicos continuarán operando en cada una de las Voyager. La decisión de apagar estas funciones de las naves espaciales forma parte de las acciones que realizan para gestionar la disminución gradual del suministro de energía de las sondas gemelas.

“Las Voyager han sido estrellas del rock del espacio profundo desde su lanzamiento, y queremos que siga siendo así durante el mayor tiempo posible”, Suzanne Dodd, directora del proyecto Voyager en JPL. “Pero la energía eléctrica se está agotando. Si no apagamos ahora un instrumento en cada Voyager, probablemente sólo les queden unos pocos meses de energía antes de que tengamos que declarar el fin de la misión”, explicó.
Las Voyager 1 y 2 fueron lanzadas en 1977, y dependen de un sistema de energía de radioisótopos que genera electricidad a partir del calor de plutonio en descomposición. Ambas naves pierden aproximadamente 4 vatios de energía cada año.
Esta no es la primera vez que se apagan instrumentos de Voyager para mantenerlas operativas. En octubre pasado se sacrificó al medidor de plasma de la Voyager 2. Ese mismo instrumento de la Voyager 1 había sido apagado años antes.

Las Voyager ostentan el récord de ser las naves espaciales construidas por el hombre que se encuentran más lejos. Voyager 1 se encuentra a más de 15 mil millones de millas de distancia (25 mil millones de kilómetros), mientras que Voyager 2 se ubica a más de 13 mil millones de millas (21 mil millones de kilómetros) de de la Tierra.
“Cada minuto de cada día, las Voyager exploran una región a la que ninguna nave espacial ha llegado antes”, indicó Linda Spilker, científica del proyecto Voyager en el JPL. “Eso también significa que cada día podría ser el último. Pero ese día también podría traer otra revelación interestelar. Por eso, estamos haciendo todo lo posible para asegurarnos de que las Voyager 1 y 2 continúen su camino durante el máximo tiempo posible”, puntualizó.