
Desde hace varios meses, el astrofísico de Harvard Abraham “Avi” Loeb provocó un intenso debate al proponer que el objeto interestelar 3I/ATLAS podría no ser un cometa común, sino algo mucho más avanzado.
Según el experto, el comportamiento del objeto no coincide con ningún cuerpo natural observado hasta ahora en el espacio, lo que abre la posibilidad de que tenga un origen artificial o tecnológico.
Mediante su blog, Loeb reportó que el 3I/ATLAS está expulsando una aleación de níquel puro sin rastros de hierro, un material que no se encuentra de forma natural en cometas de nuestro sistema solar. Este metal se utiliza en la industria moderna para la fabricación de componentes de alta tecnología, lo que levantó sospechas sobre su procedencia.

Además, el objeto mostró un fenómeno conocido como “anti-cola”, un chorro de partículas que, en lugar de alejarse del Sol como en cualquier cometa, apunta directamente hacia él.
Loeb afirma que este comportamiento podría tratarse de una especie de mecanismo de propulsión o maniobra controlada.
Otro dato que alimenta el misterio es su trayectoria hiperbólica. A diferencia de los cometas tradicionales, que orbitan alrededor del Sol, 3I/ATLAS viene desde el espacio interestelar y abandonará el sistema solar para no regresar jamás.
Lo anterior indica que el cuerpo celeste no forma parte de nuestro vecindario cósmico y podría ser un visitante artificial “enviado” desde otra civilización.

El astrofísico sostiene que, aunque no se puede afirmar con certeza que el objeto sea una nave, la ciencia tiene la responsabilidad de investigar todas las hipótesis posibles, especialmente cuando existen señales que no pueden explicarse con modelos naturales conocidos.
Loeb también señaló que este podría ser un momento histórico para la humanidad. Si el 3I/ATLAS contiene materiales fabricados de forma inteligente, sería la primera evidencia física de tecnología extraterrestre viajando a través de nuestra región del espacio.
Para el experto, ignorar las anomalías de este objeto sería un error científico. Por eso, insiste en que es fundamental observarlo con el máximo detalle posible antes de que se aleje definitivamente y perdamos la oportunidad de descubrir si realmente estamos ante una señal de otra civilización.

Quién es Avi Loeb, una de las figuras más destacadas y controversiales de la astrofísica contemporánea
Avi Loeb es un físico teórico, astrofísico y cosmólogo israelí-estadounidense, reconocido por su destacada trayectoria académica en la Universidad de Harvard. Nació en Israel en 1962 y obtuvo su doctorado en física a los 24 años.
Ha publicado cientos de artículos científicos, fue director del Departamento de Astronomía de Harvard (2011-2020) y es el director fundador de la Iniciativa de Agujeros Negros (Black Hole Initiative) de Harvard.
Entre sus contribuciones más importantes se encuentra el estudio de los primeros objetos luminosos del universo, la física detrás de los agujeros negros y la predicción de fenómenos astrofísicos; sin embargo, su mayor reconocimiento y controversia vino por su papel en el debate sobre ‘Oumuamua’, el primer objeto interestelar detectado pasando por nuestro sistema solar en 2017.
Loeb se hizo famoso por proponer que las anomalías en la trayectoria y forma de ‘Oumuamua sugieren que podría no ser un cometa o asteroide natural, sino una pieza de tecnología extraterrestre o una “vela solar” artificial.
A diferencia de otros expertos, Loeb promueve la idea de que los científicos deben mantener una “mente abierta” ante la posibilidad de encuentros con artefactos alienígenas.
¿Por qué se dice que el 3I/ATLAS es una auténtica “máquina del tiempo”?
El objeto interestelar 3I/ATLAS es considerado una “cápsula del tiempo” debido a su inmensa edad y su origen. Los astrónomos estiman que puede tener hasta 10.000 millones de años, haciéndolo mucho más antiguo que nuestro propio Sistema Solar (de 4.600 millones de años).
El 3I/ATLAS no proviene de nuestro vecindario estelar, sino de una de las regiones más antiguas de la Vía Láctea, probablemente el disco grueso galáctico, que alberga las estrellas más longevas.
Al ser un cometa, el 3I/ATLAS está compuesto de hielo, polvo y gases que se han mantenido prácticamente inalterados desde el momento de su formación. Esto significa que lleva consigo material primordial de las etapas iniciales de la galaxia.
Al estudiar su composición, los científicos pueden obtener información directa sobre las condiciones físicas y químicas del universo hace miles de millones de años.
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