Los astrónomos descubrieron que las Pléyades forman parte de una estructura estelar masiva llamada Gran Complejo de las Pléyades. (Imagen referencial creada por El Comercio MAG usando la IA de "Perplexity")
Los astrónomos descubrieron que las Pléyades forman parte de una estructura estelar masiva llamada Gran Complejo de las Pléyades. (Imagen referencial creada por El Comercio MAG usando la IA de "Perplexity")

La famosa agrupación de estrellas conocida como las Pléyades, visible en el cielo invernal, acaba de revelar un secreto sorprendente. Lo que durante siglos se creyó era un pequeño cúmulo compacto es, en realidad, solo el núcleo brillante de una estructura estelar mucho más grande y compleja de lo que nadie imaginaba.

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Un equipo de astrónomos de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill descubrió que las Pléyades forman parte del llamado Gran Complejo de las Pléyades, una gigantesca familia de estrellas cuya extensión es unas 20 veces mayor de lo estimado tradicionalmente.

En total, esta enorme estructura podría albergar más de 3.000 estrellas, muchas de las cuales antes se consideraban objetos aislados de la Vía Láctea.

Este hallazgo fue posible gracias a la combinación de datos del satélite TESS de la NASA y del telescopio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea.

La clave estuvo en usar la rotación estelar como un “reloj cósmico”, ya que las estrellas jóvenes giran más rápido que las antiguas. Esa huella de juventud permitió identificar miles de “estrellas hermanas” que, aun estando muy dispersas, conservaban señales claras de un origen común.

El hallazgo fue posible gracias al análisis de la rotación estelar mediante datos de TESS y las mediciones de Gaia. (Foto: NASA, ESA, AURA/ Caltech, Palomar Observatory)
El hallazgo fue posible gracias al análisis de la rotación estelar mediante datos de TESS y las mediciones de Gaia. (Foto: NASA, ESA, AURA/ Caltech, Palomar Observatory)

Al cruzar la información de rotación con las posiciones y movimientos medidos por Gaia, los investigadores pudieron reconstruir la red de estrellas relacionadas con las Pléyades, incluso aquellas que se encuentran cientos de años luz más lejos del centro.

“Este descubrimiento cambia radicalmente nuestra perspectiva sobre las Pléyades. No se trata solo de siete estrellas brillantes, sino de miles de hermanas perdidas hace mucho tiempo, esparcidas por el cielo”, explicó Andrew Boyle, autor principal del estudio.

Los astrónomos concluyen que las Pléyades no son un cúmulo abierto típico, sino el corazón condensado de una asociación estelar que se encuentra en pleno proceso de disolución.

Con el paso del tiempo, las fuerzas gravitatorias de la galaxia van separando a las estrellas nacidas juntas, lo que explica por qué hoy aparecen tan repartidas a lo largo del cielo.

El nuevo mapa de esta gigantesca familia estelar también sugiere que el complejo incluye otros cúmulos conocidos, como UPK 303, HSC 1964, UPK 545, AB Doradus y OSCN 99, además de dos regiones previamente desconocidas, llamadas GPC-1 y GPC-2.

Estas estrellas comparten edad, composición y movimiento, lo que confirma un origen común. (Imagen referencial creada por El Comercio MAG usando la IA de "Perplexity")
Estas estrellas comparten edad, composición y movimiento, lo que confirma un origen común. (Imagen referencial creada por El Comercio MAG usando la IA de "Perplexity")

Todas estas agrupaciones tienen aproximadamente la misma edad, unos 127 millones de años, compartiendo características químicas similares, lo que refuerza la idea de un origen común.

El descubrimiento tiene implicaciones profundas. Las Pléyades fueron un laboratorio natural para estudiar estrellas jóvenes y exoplanetas, teniendo un papel cultural enorme, desde menciones bíblicas hasta su presencia en el logotipo de la marca Subaru.

Ahora, su verdadero tamaño y estructura las sitúan como una de las familias estelares más importantes del vecindario solar.

El descubrimiento redefine el papel de las Pléyades en la astrofísica y abre nuevas vías para estudiar el nacimiento del Sol y otros cúmulos estelares. (Imagen referencial creada por El Comercio MAG usando la IA de "Perplexity")
El descubrimiento redefine el papel de las Pléyades en la astrofísica y abre nuevas vías para estudiar el nacimiento del Sol y otros cúmulos estelares. (Imagen referencial creada por El Comercio MAG usando la IA de "Perplexity")

“Estamos comprendiendo que muchas estrellas cercanas al Sol forman parte de familias mucho más grandes y extendidas”, señaló Andrew Mann, coautor del estudio.

Finalmente, los investigadores creen que esta técnica permitirá analizar otros cúmulos que podrían esconder estructuras similares, e incluso ayudar a reconstruir el entorno de nacimiento del propio Sol.

Para Boyle, “al medir la rotación de las estrellas, podemos identificar grupos demasiado dispersos para los métodos tradicionales. Esto abre una nueva ventana a la arquitectura oculta de nuestra galaxia”.

Cúmulo de las Pléyades: cuándo y cómo verlo

El cúmulo de las Pléyades (M45), o “Las Siete Hermanas”, es un famoso cúmulo estelar abierto de estrellas jóvenes y azules ubicado en la constelación de Tauro, a unos 444 años luz de la Tierra.

Es el cúmulo estelar más visible a simple vista y es fácil de encontrar en el cielo nocturno durante los meses de invierno. Se puede observar fácilmente con binoculares o a simple vista.

En cuanto a la visibilidad, las Pléyades se pueden ver durante la mayor parte de las noches despejadas en los meses de otoño e invierno, por lo que se podrán ver el 4 de diciembre, ya que es una de sus épocas de máxima visibilidad en el cielo nocturno.

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