Si eres de los que al sonar la alarma les cuesta levantarse de la cama y no precisamente porque aún tienen sueño, esta información es para ti. Y es que de seguro escuchaste más de una vez que ese dolor que te atormenta en la espalda baja es consecuencia de lo mal que dormiste. Aquí te lo explico de la mano de un fisioterapeuta de Estados Unidos quien detalla la forma correcta de dormir para no despertar con tremendo malestar.
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El cómo te acuestas en la cama y los diversos cambios que realices durante esas horas juegan un papel importante en cómo se siente tu espalda cuando te despiertas. Es aquí donde resulta vital analizar si tu posición preferida ejerce presión sobre tu columna provocando rigidez y dolor.
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Además, el colchón y almohadas también deben ser los correctos para que brinden soporte a tu columna y cuello y eso no vaya a exacerbar los problemas. Para que esta molestia frecuente no afecte tu calidad de vida, toma en cuenta estas recomendaciones.
Si duermes sobre un costado, acerca un poco las piernas al pecho y coloca una almohada entre las piernas y otra para abrazarla. (Foto: PeopleImages / iStock)
/ Posiciones para dormir que reducen el dolor de espalda
El especialista Giovanni di Pascuale fue invitado al programa ‘Hoy Día’ de Telemundo y precisó que cuando tenemos dolor de espalda baja, la mejor posición es dormir de lado o costado y usar almohadas extras además de la de la cabeza. Lo mejor es poner una entre las piernas para lograr la neutralidad de la zona afectada, creando equilibrio sin presión durante muchas horas. Además tener otra almohada para abrazarla y estar estables para no crear torsiones que causen dolor.
Esto también es reforzado desde Mayo Clinic donde explican que “flexionar las rodillas o tener la almohada entre las piernas puede ayudar a alinear la columna vertebral, la pelvis y las caderas. Esta posición le quita presión a la columna vertebral. Si prefieres, usa una almohada para el cuerpo entero”.
Si nos duele la rodilla también hay que usar almohada entre las piernas o poniéndonos boca arriba con la almohada debajo de las piernas para quitar presión a la rodilla y así abrir la articulación y en la espalda baja también disminuye la presión.
Para el dolor de cuello es importante elegir una almohada delgada para dormir boca arriba para que la espalda esté 100% recta, si usamos dos creamos más tensión en el cuello.
“No duerman boca abajo porque tenemos mucha presión en el cuello, causando dolor, la espalda baja, las rodillas y caderas también duelen”, agregó Giovanni di Pascuale.
Dormir boca abajo puede ser malo para la espalda. Lo mejor es que intentes dormir en otras posiciones si es posible. (Foto: Freepik)
¿Dormir mal empora la lumbalgia?
Este problema de salud se caracteriza por dolor y rigidez en la parte baja de la espalda. Se presenta como una sensación de quemazón en la zona afectada, intensificándose al levantarse tras estar sentado o acostado. En algunos casos, el dolor puede irradiarse hacia los glúteos, muslos o pantorrillas. Si bien en muchas personas no tiene una causa identificable, existen condiciones que pueden desencadenarla, tales como la hernia de disco intervertebral lumbar o el estrechamiento del canal medular.
Según explica el Dr. Héctor Quevedo Solidoro, reumatólogo de la Clínica Stella Maris, algunos factores que predisponen su desarrollo incluyen: obesidad, inactividad física, ocupaciones que requieren levantar pesos, agacharse, malas posturas, permanecer por largos periodos sentados sin interrupciones, el estrés o la depresión.
Es así que dormir mal puede causar dolor de espalda, ya que la postura incorrecta puede presionar la columna. Para aliviar el dolor lumbar, se puede probar dormir en posiciones que mantengan la espalda neutra como dormir de lado con una almohada entre las rodillas, dormir boca arriba con una almohada debajo de las rodillas o dormir en posición fetal con una almohada entre las piernas, según detallan desde Mayo Clinic.
Si cambiar de posición al dormir no mejora la lumbalgia aguda, el Dr. Quevedo recomienda reducir temporalmente la actividad física, aplicar compresas calientes y usar antiinflamatorios si es necesario. En casos crónicos, el ejercicio regular, el fortalecimiento muscular y estiramientos como yoga o pilates ayudan a reducir el dolor y mejorar la movilidad. También existen terapias complementarias como la acupuntura y la laserterapia. En situaciones más severas, pueden requerirse inyecciones esteroideas epidurales. “El cuidado de la espalda es fundamental para evitar episodios recurrentes de lumbalgia y prevenir complicaciones a largo plazo”, agregó.
Un fisioterapeuta explica por qué amanecemos con dolor de espalda
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